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Retraso en el plan regulador

Diversos personeros estiman que el trámite de toma de razón de este instrumento que regula ocho comunas de la región, se ha extendido más allá de lo que se tenía previsto, perjudicando así el desarrollo.
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Se ha sostenido que los planes reguladores aparte de ser instrumentos para regular el desarrollo urbano de nuestras ciudades, constituyen también un elemento de desarrollo, ya que sus actualizaciones incorporan nuevas áreas para los proyectos inmobiliarios e industriales, al tiempo de que se protegen otras áreas que permiten una mejor calidad de vida.

Por estas y otras razones es que diversos personeros han criticado lo que a juicio de ellos es un lento trámite de toma de razón en la Contraloría General de la República del nuevo Plan Regulador Intercomunal, que se encuentra en su última etapa de ajustes, tras ser aprobado por las instancias respectivas.

El órgano fiscalizador ya había formulado reparos de orden administrativo o, que fueron corregidos, y ahora nuevamente lo están analizando para determinar si se le da luz verde o si formulan nuevas observaciones, que a juicio de los personeros podrían ser menores.

La preocupación por esta demora, ya que se estimaba que la resolución podría haberse dictado a fines de diciembre pasado, ha sido formulada por el seremi subrogante de Vivienda y Urbanismo, Manuel Pedreros, por el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Delegación Valparaíso, Jorge Dahdal, y por el consejero regional, Manuel Millones, presidente de la comisión de Ordenamiento Territorial del Core.

Es necesario hacer presente que han transcurrido largos años en el proceso de modificación y actualización de este instrumento, que abarca ocho comunas de nuestra región, entre ellas las de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Concón por lo que cada día se hace más urgente la aprobación final, reconociendo que es probable que el organismo contralor puede tener fundadas razones para emplear un mayor tiempo que el previsto, para su estudio y resolución.

Uno de los argumentos de carácter social de la Cámara de la Construcción, es que el hecho de incorporarse nuevos terrenos al área urbana de las ciudades, los actuales que están quedando, se van encareciendo, costos que en definitiva son traspasados a los compradores de viviendas o departamentos.

Tolerancia Cero, a dos años de la nueva ley

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El próximo 15 de marzo se cumplirán dos años desde la entrada en vigencia de la Ley de Tolerancia Cero a la Conducción con Alcohol, normativa que de una u otra manera nos ha afectado a todos los chilenos.

Mucho se dijo en torno a esta medida. Aunque en un comienzo la ley pudo haber parecido una iniciativa extrema, lo cierto es que sus consecuencias están reflejándose positivamente en toda la población, tanto en conductores como en peatones.

La nueva ley fue concebida con un propósito simple y claro: reducir las muertes y accidentes de tránsito asociados a la conducción bajo los efectos de alcohol. En este sentido, debemos resaltar la fuerte fiscalización que realiza Carabineros.

Desde la implementación de la ley, tenemos una disminución en la cantidad de fallecidos y accidentados por alcohol en la conducción tanto a nivel nacional como regional. La cantidad de fallecidos por alcohol en conductores en la región de Valparaíso se redujo en un 48%.

Con esta nueva ley también vemos significativos cambios en la conducta de las personas que esperamos no sólo se mantengan sino aumenten en el futuro. Basta con asistir a algún evento social para comprobar que estamos viviendo un cambio de conducta. Si para muchos una copa de más o de menos no hacía gran diferencia a la hora de tomar las llaves y conducir, hoy en día eso está modificándose, pero aún no es suficiente. La posibilidad de ver suspendidas sus licencias de conducir ante una menor concentración de alcohol en la sangre, con todas las implicancias que esto tiene en su diario vivir, o la inhabilitación de por vida del privilegio que es el conducir un vehículo, han hecho a los bebedores repensar el ingerir alcohol y conducir.

Sin embargo, con la Ley de Tolerancia Cero queremos ir más allá, apelando no sólo a las consecuencias prácticas de conducir bajo los efectos del alcohol, sino al motivo central de esta normativa: cuidar la vida de las personas. El mensaje que necesitamos seguir incorporando es simple: si va a manejar, no puede tomar ni una copa de alcohol.

En este caso, una medida preventiva podría ser designar a un conductor dentro del grupo con el que va a salir, preferir el transporte público o el servicio de un taxi. Sabemos que estas acciones pueden significar una mayor coordinación o un gasto económico extra, pero sin duda nada se equipara al valor de la vida.

Gloria Basualto

Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Región de Valparaíso