Días nublados mermaron ventas en febrero y argentinos no fueron clave en todas las playas
verano. Comerciantes del borde costero coinciden en señalar al tiempo como principal factor, pero no todos se quejan.
Dispar es el balance que hacen del verano los comerciantes de las playas de Viña de Mar y Concón. Mientras unos se quejan de las medidas económicas que afectaron el poder adquisitivo de los turistas argentinos, a otros este punto no les afectó, y aunque todos apuntan a los días nublados como elemento decisivo en la baja de bañistas, a algunos esto simplemente no les dañó en sus ventas.
"En playa Amarilla murió el verano", sentenció el salvavidas Daniel León, sindicando como culpable "al Festival de Viña, porque todos se van para allá en esta semana, siempre pasa lo mismo". Para León, lo que nunca olvidará de este verano es el día en que "rescatamos a 18 bañistas que fueron arrastrados por una ola en una marejada muy grande. Casi nos ahogamos nosotros, éramos cuatro pero los salvamos a todos".
El kioskero del mismo balneario conconino, Javier Maltez, concuerda en las apreciaciones de León y también dio por finalizado el verano en esas arenas: "La gente ya se empezó a ir, unos por el festival se van a Viña y otros se van porque algunos colegios ya entraron a clases".
De acuerdo a Jorge Chaparro, administrador del restaurante Siete Mares, frente a la playa Cochoa, "lo peor fue el clima, porque sobre todo en febrero ha habido muchos días nublados. Aquí llegan hartos turistas de Santiago y del Norte, también europeos y muchos australianos, pero enero estuvo mucho más lento por el problema monetario de los argentinos, aunque los locales pequeños se vieron beneficiados, ya que buscaban comprar cosas más baratas, como las empanadas", matizó.
En los restaurantes que están emplazados sobre los mismos balnearios, el factor climático fue fundamental, como atestigua Karina Aedo, del Costa Cochoa, quien recordó que el verano anterior "estuvieron más lindos los días y como este restaurante está en la playa, eso se notó. El año pasado estaba lleno de argentinos, ahora hubo pocos, pero esperábamos más chilenos por el recambio. Ahora por el festival, ya la gente que va quedando es muy poca".
sin quejas en las salinas
Un balneario que es inmune a los vaivenes de los turistas trasandinos es la tradicional playa Las Salinas, donde su concesionario, Alex Starocelsky, aseveró que si bien "el clima ha estado malo, no me quejo, porque esta playa nunca ha sido de mucha afluencia de argentinos. Acá vienen más chilenos y este verano han consumido bastante".
En la playa Los Marineros tampoco sufrieron los embates de las medidas económicas adoptadas al otro lado de la cordillera, y su concesionario, Renzo Caprile, señaló que aunque "estuvo regular, porque esperábamos mejores días en febrero, esta playa no es tanto de argentinos, así que no se notó el recambio de turistas, porque en enero el turista argentino no gastó mucho y el turista nacional gastó más", aunque indicó al nuevo sistema de cobro de estacionamiento implantado en febrero como un elemento que bajó sus ventas.
En este punto coincidió Patricia Fuentealba, administradora de la heladería Bravissimo, ubicada en la misma playa, quien sostuvo que, aunque "la afluencia ha sido buena, el consumo ha sido poco. Si bien la venta de helados se mantiene, la venta de comida bajó bastante y creo que en eso influyó mucho el cobro de estacionamientos en febrero. El año pasado era mediante parquímetros, así que no hubo problemas, pero ahora los clientes nos reclamaban a nosotros y se iban a estacionar a 15 Norte o al mall incluso".
Quien no tuvo problemas en ese aspecto fue Katja Heimpell, dueña del Café Di Mare, en playa Acapulco, puesto que tiene la fortuna de contar con un estacionamiento gratuito frente a su local. Para ella, la única queja tiene que ver con el aseo en la playa, que este año fue defectuoso, pero la situación trasandina no mermó sus ventas, ya que "el argentino que viene hoy es el que tiene plata: pueden venir, consumen lo que quieran, no se fijan en los precios y dejan propina, algo que no ocurría en los otros veranos. En otros rubros pudo haber afectado, pero como cafetería incluso duplicamos las ventas".
"Creo que este año hubo un 60% menos de argentinos, por el problema monetario que tuvieron. Eso nos afectó, porque ellos compraban harto"
Javier Maltez
Kioskero Playa Amarilla
"La gente no está dispuesta a pagar tres mil o cuatro mil pesos de estacionamiento por tomarse dos cafés y dos helados"
Renzo Caprile
Concesionario Los Marineros