El problema medioambiental más grave que afecta al país es la desertificación, el avance del desierto que crece en forma silenciosa, afectando ya a 47,3 millones de hectáreas, lo que representa casi el 65 por ciento de los suelos productivos del territorio nacional, según cifras del Ministerio de Agricultura.

La situación se hace presente en forma dramática en nuestra región donde el 57 por ciento del territorio está dañado por la erosión, manifestación más visible del problema junto a la sequía, y una de las comunas más afectadas del país es Llay Llay, con un 77,6 por ciento de sus suelos deteriorados.

Si bien en el norte del territorio la desertificación se origina en factores climáticos y geológico, más al sur, como sería el caso de la Quinta Región, de acuerdo a los expertos, la acción humana ha provocado la degradación de los ecosistemas con diversas intervenciones como la deforestación para usos agropecuarios, los recurrentes siniestros forestales, el sobrepastoreo y un inadecuado sistema de riego.

Este problema que afecta gran parte del territorio tiene en nuestra zona dimensiones humanas muy concretas: en la provincia de Petorca la agricultura está al límite. Algunos cultivos masivos se han reducido al mínimo y la agricultura familiar, informa el alcalde de la comuna del mismo nombre, Gustavo Montenegro, ha desaparecido. Entretanto, los pozos que surten a 20 de los 25 sistemas de agua potable de Cabildo y La Ligua están secos, afectando ello la vida diaria de un 70 por ciento de la población del área.

Sin agua, avanza el desierto y se producen lógicas migraciones a las grandes urbes o a actividades como la minera.

La sequía también afecta a la generación eléctrica. Por falta de lluvias y baja inversión la producción hidroeléctrica de embalse ha bajado su aporte al Sistema Interconectado Central, SIC, de un 40 a un 18 por ciento.

Como se puede apreciar la desertificación, acentuada por la sequía, es un problema país, un problema cercano que llama a concretar políticas para mejorar el uso del recurso hídrico, en ciudades y campos, con medidas que cubran desde el consumo personal hasta el manejo racional de los caudales mayores con inversión, tecnología y, fundamentalmente, responsabilidad.

En la noche del último incendio vinieron a tierra varios capitanes de buques mercantes con sus tripulaciones, y que trabajaron durante toda la noche. Nos hallamos en el deber de manifestarles, a nombre de todo el vecindario, la sincera gratitud que handespertado con su noble acción. Los bomberos también les agracdecen.

En la mañana de ayer el Presidente de la República, Excmo. señor don Ramón Barros Luco, practicó una visita de inspección a las grandes faenas de las obras marítimas establecidas en Las Salinas. El presidente y su comitiva recorrió las canteras, el muelle, la fabricación de bloques de cemento, algunos de hasta 60 toneladas.

A las 5.30 horas de la mañana de hoy fueron rescatados los cinco mineros que permanecieron sepultados a 32 metros bajo la superficie en el pique de la Mina Geraldo, en Andacollo. Los mineros fueron salvados por las patrullas de rescate que trabajaron ininterrumpidamente desde el día en que quedaron sepultados bajo tierra.