Células madre: comienza la era de la medicina regenerativa
salud. Biología e ingeniería se unen para reparar el cuerpo humano y poner fin a los problemas del actual sistema de trasplantes de órganos.
La medicina, al igual que los objetos tecnológicos y las redes de comunicación, avanza a pasos agigantados. Desde tiempos remotos que el ser humano busca mejorar su calidad de vida y enfrentarse a las enfermedades que lo aquejan.
Basta recordar a personajes como Louis Pasteur y su gran aporte al estudio de la microbiología, así como a Alexander Fleming y la penicilina. Y también a los Premios Nobel de Medicina, una galería de destacados científicos de todo el mundo que combatieron epidemias y dedicaron sus conocimientos al tratamiento de enfermedades de largo aliento.
Ahora es el turno de la medicina regenerativa, un área de la salud que reúne biología e ingeniería, cuyo objetivo es reproducir funciones de nuestro organismo de manera natural o artificial, desde la célula simple hasta el órgano vital más complejo. A partir de la llamada "ingeniería de tejido", nace la urgencia de resolver la escasez de la donación de órganos, un problema a nivel mundial.
CÉLULAS MADRE
El punto de partida para el avance en la medicina regenerativa es el desarrollo de nuevas formas de producir y conservar células madre. En la actualidad existen diversos métodos para obtener y conservar estos organismos, tales como las células embrionarias, fetales, germinales y, en estado adulto, las que se extraen de la médula. Sin embargo, el traspaso de enfermedades y los constantes roces con la bioética impulsan a buscar métodos alternativos para desarrollar nuevos órganos.
Por ejemplo, un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh logró que un corazón de mamífero fuera capaz de contraerse y latir tras restaurar este órgano con células progenitoras cardiovasculares.
Este descubrimiento resolvería el problema de las enfermedades del corazón.
Hace unas semanas, las universidades de California y Surrey desarrollaron en conjunto un método para crear células madre sin necesidad de utilizar proteínas animales o a partir del cultivo de otras células humanas. El sistema consiste en nanotubos de carbono como soporte para el cultivo de estos organismos.
Desde otras latitudes, después de 12 años de estudio, las investigadoras italianas Pia Cosma y Daniela Sanges consiguieron regenerar la retina en ratones, lo que supone el inicio de tratamientos para combatir las causas más comunes de la ceguera.
La última novedad proviene de la Universidad de Texas, en donde científicos consiguieron cultivar pulmones humanos en un laboratorio después de cuatro años de arduo trabajo. La labor regenerativa consistió en utilizar células de dos niños fallecidos en un accidente y cuyos pulmones no se trasplantaron debido a los daños recibidos. Estos órganos respiratorios fueron cultivados en un tanque de peces lleno de líquidos nutritivos y desarrollado en tan sólo cuatro semanas. Este método constituye un gran paso para regenerar órganos de mayor complejidad.
Otras investigaciones están enfocadas en la conservación de las células madre.
En la Universidad de Kioto presentaron un prototipo de contenedor portátil que facilitaría su transporte a largas distancias. Estos dispositivos permitirían el traslado de células mesenquimales, empleadas en la regeneración de huesos y cartílagos.
Las escuelas de medicina de todo el mundo continuarán la labor de crear nuevas esperanzas para el tratamiento de distintas enfermedades que hasta hoy no tienen cura.
datos sobre la "ingeniería de tejido"
Especialistas
en Chile
Existen diversos centros de medicina regenerativa en nuestro país. La Clínica Las Condes fue el primer laboratorio de células mesenquimáticas para regenerar tejidos dañados. La aceptación de esta técnica en Chile dio origen a la creación de bancos de células madre, lugares donde se pueden almacenar durante años obtenidas en su mayoría desde el cordón umbilical. Sin embargo, la extracción y conservación aún implican un alto costo económico.