El repunte en el precio del dólar en el 2014 no ha cesado. A fines de febrero la divisa norteamericana acumuló un alza de $32,4 situándose casi en $560 y se estima que a corto plazo el techo de la moneda llegará a los $570.
Para una región exportadora como la de Valparaíso se trata de una buena noticia aunque hay otros sectores que ya se han visto afectados por los efectos colaterales del alza como la subida en los precios de los combustibles y del cual la zona no ha estado inmune.
"Esto representa un efecto positivo para el sector exportador que siempre se beneficia cuando el dólar sube porque implica un mayor retorno y como la Región de Valparaíso tiene una vocación exportadora siempre es muy bueno", comentó el seremi de Economía, Mauricio Silva, que también advierte el lado negativo de esta situación dada principalmente por el precio de los combustibles.
"Nosotros importamos casi todo lo que es petróleo y eso incide no sólo en el consumo de las personas directamente sino que también sube el transporte y eso implica un alza en el precio de los productos", enfatiza. "Lamentablemente vivimos el alza del petróleo y todos sus derivados tiene incidencia para el consumo interno, el bolsillo del consumidor común y corriente y también para las empresas", agrega recordando que se trata de niveles históricos en esta materia.
UNA COMPENSACIÓN
El presidente de la Cámara Regional de Comercio y la Producción (CRCP), Gustavo González Doorman, destaca la buena noticia que esto es para los exportadores aunque advierte que estas situaciones nunca son permanentes.
"Es efectivo que la tendencia alcista del dólar es beneficiosa para la región debido a su histórica vocación exportadora. El precio de venta de los productos de los exportadores de la zona generalmente está establecido en dólares y como la mayoría de sus costos son en pesos, su utilidad se ve favorecida con esta variación en el tipo de cambio", manifiesta el líder gremial.
Sin embargo precisa que la industria exportadora está sujeta a los vaivenes de la economía mundial, lo que se suma a factores internos de índole climático que la afectan negativamente. "El buen momento que vive hoy viene a compensar en parte las oscilaciones del dólar en otros periodos y los negativos efectos que dejó en la productividad del sector los fenómenos climáticos de la sequía y las heladas".
¿Y LOS CONSUMIDORES?
Pero no todo es bueno, ya que un dólar más alto significa un mayor precio para los importadores y con ello es directamente afectado el consumidor final. "Indudablemente que un dólar sobre los $550 afecta directamente al consumo en la medida que los productos comienzan a encarecerse para los importadores y estos obviamente marginan sobre la base del precio de compra. Y es el consumidor el que paga el precio final que es un poco más alto que el precio normal", advierte el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, quien recalca que ese incremento no es significativo para la actividad en sí.
"No es que tengamos una depresión en las ventas por el alza del dólar pero sí los productos de vestuario, calzado o textiles en general vienen con un alza que se la pasa a las empresas y éstas al consumidor", afirma el dirigente que también ve una influencia en el turismo.
"Cuando el dólar sube, hay diferentes mercados que se ven perjudicados y otros que tienen los beneficios. En el tema turístico como el alza del dólar reprime el hecho que los chilenos puedan viajar al extranjero porque los precios están altos, el turismo a nivel nacional se potencia", concluyó.