Con la fabricación de ladrillos de adobe inician recuperación de iglesia en el cerro Cordillera
VALPARAÍSO. El inmueble data de 1881 y el trabajo del colectivo Espacio Santa Ana pretende darle un uso comunitario.
Debió pasar medio siglo de abandono para que la iglesia Santa Ana, del cerro Cordillera, fuera relevada como un sitio que guarda buena parte de la historia y patrimonio cultural de este tradicional sector de Valparaíso.
Emplazada a un costado de la emblemática población Obrera, la capilla fue levantanda en 1881 y funcionó hasta la década del 60, cuando la orden católica se fue del lugar, dejándola sin ningún tipo de actividad. Sólo el edificio adosado fue aprovechado como una escuela para sordos, un retén de Carabineros y hasta el 2012 como el Hogar de Niñas "María Goretti".
Hoy, 50 años después, tras la materialización de un contrato de comodato suscrito en 2009, la organización Espacio Santa Ana se ha fijado la larga y lenta tarea de recuperar el sitio para darle un uso comunitario, rescatando el patrimonio físico y cultural del sitio.
LA META ES EL PROCESO
La sesión del recinto al citado colectivo es por 40 años. Así es como sin prisas, los jóvenes que impulsan y articulan la iniciativa han ido consiguiendo objetivos palpables.
"Primero debimos arreglar el espacio para darle habitabilidad. La capilla tenía el suelo podrido, tenía partes con tierra, no tenía tendido eléctrico. Durante esa época, 2010 - 2011, se empezaron a hacer obras de teatro y otras actividades", apunta la sicóloga Andalucía Corvalán, de la comisión de Comunicaciones del Espacio Santa Ana.
Ella explica que lo más importante en este viaje colectivo es el proceso. "Hay dos líneas importantes: la recuperación del hábitat y por otra parte la cultura como pretexto para juntarse, para generar diálogo y encuentro".
Parte importante del grupo que está detrás del proyecto se formó en el Taller de Acción Comunitaria (TAC), voluntariado que promueve el desarrollo comunitario, a través de la educación popular y acciones de trabajo colectivo.
"Actualmente, quienes trabajamos aquí somos mayoritariamente profesionales. Arquitectos, sociólogos, antropólogos, actores, géografos, ingenieros comerciales, etcétera." detalla Andalucía Corvalán.
La idea de ellos es lograr articular a los vecinos para que a futuro la autogestión del espacio se base en la propia comunidad del cerro Cordillera. Mientras, poco a poco se han ido sumando algunos residentes del sector que, voluntariamente, han aportado al proyecto.
Pero como no todo puede funcionar con ilusión y ganas, el equipo del Espacio Santa Ana se encuentra en constantes gestiones para conseguir financiamiento. "Pololeamos con todos, pero no nos casamos con nadie", señalan.
PATRIMONIO Y TRADICIÓN
Desde el pasado 10 de febrero las Jornadas Participativas de Autoconstrucción se han propuesto producir, a la usanza tradicional, los ladrillos de adobe con que se pretende reconstruir el muro de la excapilla, derrumbado el invierno pasado. Así, si usted pasa por la calle Balmes, se sorprenderá del titánico trabajo de hacer artesanalmente las 1.600 piezas necesarias para concluir la obra.
"Esto lo estamos financiando con un fondo de rehabilitación patrimonial del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes", indicó Corvalán.
Además, permanentemente realizan beneficios para sustentar la iniciativa. Tallarinatas, ferias, tocatas y otros eventos, convocan al vecindario y amigos que llegan de otros barrios.
"Ahora estamos buscando financiamientos más cototos para terminar de rehabilitar la capilla; porque con completadas no la vamos a poder levantar", advierte la joven sicóloga.
Pese a todo, en el colectivo enfatizan que mientras eso ocurre, el trabajo comunitario que sigue creciendo, se convierte en un objetivo que se va cumpliendo espontáneamente. "Los ladrillos perfectamente podríamos haberlos comprado. Pero no, la apuesta que nosotros hacemos es por la recuperación tanto en lo físico -por la iglesia- como en lo relacionado a la memoria y para eso también estamos rescatando valiosos testimonios de gente que ha vivido aquí toda su vida y que conocen muy bien la historia de la capilla", finalizó.