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Se acabó la paciencia con Basay: despedido

fútbol. Para el duelo que debe disputar esta tarde Wanderers ante Ñublense, el técnico será Héctor Robles.
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La lógica indica que la derrota en el último Clásico Porteño ante Everton desencadenó la salida del técnico Ivo Basay de Santiago Wanderers, drástica determinación que se oficializó ayer a través de un comunicado entregado por la institución.

Sin embargo, fuentes al interior del club aseguran que la relación del entrenador con los directivos se había deteriorado, casi igual que el vínculo que mantenía con los hinchas del Decano.

Por eso, en la reunión que sostuvieron la noche del martes en Santiago el presidente caturro, Jorge Lafrentz, el timonel de la Comisión Fútbol, Roberto Carrasco, y el propio DT, se adoptó "de común acuerdo" su desvinculación y la de su equipo de trabajo integrado por el preparador físico Gastón Lloveras y los ayudantes Alejandro Hisis y Daniel Morón.

Así se especificó en un comunicado, ya que ayer los dirigentes no quisieron realizar declaraciones, por lo que se espera que lo hagan luego del partido que esta tarde (18:15 horas) los verdes tienen en el estadio "Elías Figueroa" de Playa Ancha frente a Ñublense.

LOS REEMPLAZANTES

De igual forma, se indica que el adiestrador interino del equipo será el jefe de cadetes, Héctor Robles, en un equipo que completarán los preparadores físicos Mauricio Gómez y Javier Jeison, además de Domingo Sorace como ayudante de campo. En tanto, Eduardo Fournier se mantendrá en sus habituales labores como preparador de arqueros.

"No hay nombres por el momento, pero independiente del trabajo que pueda hacer Robles al mando del equipo, buscaremos alternativas para la próxima temporada", indicó una fuente al interior del club, sin descartar o confirmar algunos de los tantos nombres que suenan como alternativa para asumir en forma definitiva la dirección del equipo; Jorge Pellicer, Martín Lasarte, José Cantillana e incluso Jorge Garcés, quien habría recompuesto su complicada relación con los regentes verdes.

Otra carta es mantener a Robles hasta el término del Clausura, con la misma exigencia que tenía Basay, que era colocar al equipo en la liguilla para la Copa Sudamericana. En el segundo semestre se le sumaría Moisés Villarroel, quien tendría la misión de ser el nexo con la siempre fértil cantera caturra.

Se trata de la cuarta vez que el exzaguero campeón con Wanderers el 2001 asume la conducción de la escuadra porteña. Lo hizo por primera vez en el 2007, cuando tuvo que reemplazar a Yuri Fernández en las cinco últimas fechas del campeonato, sumando dos empates y tres derrotas, sin poder evitar el descenso.

En el 2011 ocurrió algo similar, cuando cubrió el despido de Juan Manuel Llop, desde la segunda fecha del Clausura. Pese a que la campaña mejoró en ese segundo semestre, los verdes debieron jugar la Liguilla de Promoción para salvarse del riesgo de irse a Primera B.

Y en agosto del 2013, tras el despido de Arturo Salah, Robles dirigió en un duelo frente a Antofagasta, para luego dar paso a Ivo Basay.

Con nuevos aires ante los chillanejos

Concentrado en el partido que sostendrá Wanderers esta tarde contra Ñublense, Héctor Robles ayer no quiso dar declaraciones tras la práctica realizada en el complejo de Mantagua. Se supo, eso sí, que el Decano formaría ante los chillanejos con José Lafrentz; Agustín Parra, Ezequiel Luna, Mauricio Prieto, Óscar Opazo; Sebastián Méndez, Andrés Robles, Leonardo Valencia, Matías Mier; Gastón Cellerino y Sebastián Pol. Jorge Ormeño y Franz Schultz irían al banco de suplentes.