La gran fuerza del terremoto del 27 de febrero de 2010, obligó a los ingenieros detrás del nuevo hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar a replantearse el proyecto. Se consideraron normas más estrictas y se resolvió que era necesario que el futuro centro asistencial incluyera aisladores sísmicos que mitiguen los daños estructurales de un eventual movimiento telúrico de gran magnitud.
Así, mientras las obras se encuentran en la última etapa de movimientos de tierra y se avanza en el hormigonado de la losa de fundación y pilares, los aisladores sísmicos están siendo ensayados en laboratorios de la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Dictuc).
Según información entregada por el Servicio de Salud de Viña del Mar-Quillota, los aparatos deberían comenzar a instalarse antes que finalice marzo.
Fabricados de goma elastométrica de alto amortiguamiento y núcleo de plomo, los aisladores sísmicos que se instalarán en el nuevo hospital Gustavo Fricke, son hechos en Chile bajo normas como las presentes en Japón o Estados Unidos.
Según el ingeniero civil en obras civiles, Carlos Moncada, los aisladores sísmicos, en general, "son circulares, tienen un metro de diámetro y unos sesenta centímetros de alto. Se instalan entre la fundación y el edificio, para que así este quede íntegramente sobre los aisladores", explicó.
ventajas
El profesional expuso que las principales ventajas de utilizar esta tecnología se basa en la significativa mitigación de la energía dañina de un terremoto.
"Diseñar una estructura con estándar sísmico disminuye el riesgo y todo lo asociado a las cargas de energía que provoca un terremoto, entre seis y siete veces", aseveró Moncada.
Agregó que de esta manera hay dos asuntos fundamentales que le dan valor al uso de los aisladores. "Se genera una gran economía en la estructura que se construye, ya que su diseño de ingeniería se basa en consideraciones pensadas en soportar los sismos como que fueran seis o siete veces menores que si los recibiera un edificio sin tecnología sísmica", indicó.
De esta forma, junto con otorgar mayor seguridad, se aumenta la protección a los elementos que guarda el edificio.
"Un hospital está lleno de equipos de alto costo que podrían volcarse o dañarse por efecto de un terremoto, entonces como se reduce la carga sísmica tantas veces, el equipamiento casi no siente el movimiento telúrico", destacó.