Director de "Hijo de Trauco": "Ojalá la vea mucha gente y más de una vez"
Cine. La ópera prima de Alan Fischer fue rodada en Chiloé y llega mañana a las salas de cine nacional.
Cuenta la leyenda que en los bosques del archipiélago de Chiloé vive el Trauco, un ser antropomorfo de feas facciones capaz de seducir a las mujeres y con cuyo aliento las deja embarazadas. Por eso, las madres deben evitar que sus hijas solteras anden solas en las noches para protegerlas del maligno.
Este mito es la basa en que se desarrolla la historia de la película "Hijo de Trauco", que se estrena mañana en las salas de cine chilenas. La producción es la ópera prima de Alan Fischer, quien comenzó a escribirla en 2010, y aborda la historia de un joven (Xabier Usabiaga) que sueña con abandonar su vida en Punta Chucao (islote ficticio, ubicado en Chiloé) para convertirse en poeta. Un día descubre que todo lo que le contó su madre de que es hijo del ser mitológico es mentira. Es así como junto a su amiga Violeta (Ignacia Téllez) emprende un viaje a través del Archipiélago para encontrar la verdad, en el cual desaparece la frontera entre la realidad y el mito.
-¿Qué te motivó a hacer una película?
-Fueron varias. Quizás muchas más instintivas e inconscientes, pero también está el hecho de que siempre me ha gustado la magia, la ilusión. Chiloé siempre me cautivó con su mitología, con sus más de 83 mitos incluyendo el Ruende, la Fiura, el Invunche, y tantos más. Se podrían hacer muchas películas de cada uno de sus personajes y espero poder seguir haciendo cine y cine en Chile, Chiloé y todos islotes magnéticos.
-¿Y por qué el Trauco en particular?
-Aparte, al repensar lo que significó tomar la decisión de optar por algunas de las distintas ideas que tenía para hacer mi primer largometraje, me doy cuenta que opté por decir algo con respecto a mí mismo. A mi relación con mi propio padre, mi pasado, mis orígenes, hablar de las cosas que usualmente se callan, ya sea con mitos o silencio.
aporte de la experiencia
El filme de Fischer, que fue estrenado mundialmente en el Festival de cine de La Habana, Cuba, tiene una particularidad. Fue rodado íntegramente en Chiloé, especialmente Ancud y Castro, aunque también se incluyeron escenas como las pingüineras en Puñihuil, las playas de Rosaura y Lechagua, la isla Aucar, además de Caulín, Aguantao y Rilán.
La comunidad se involucró en el rodaje al grado de participar como extras de las escenas de un elenco conformado por los dos jóvenes protagonistas, y actores de la talla de Luis Dubó, María Izquierdo y Alejandro Trejo, por nombrar algunos.
"Audicionamos a aproximadamente 400 personas, entre los cuales fueron alrededor de 120 en Chiloé, y más de 180 niños y niñas para los roles protagónicos", cuenta el realizador, agregando que su objetivo siempre fue unir la experiencia con los jóvenes que por primera vez se ponían delante de cámaras.
Respecto a la incorporación de los tres actores mencionados dice que "fue fundamental para hacer de esta una mejor película. No solo en el set, sino que en la etapa de desarrollo de guión y escritura de los diálogos. Filmamos la versión número 11 del guión, y siempre se fue cambiando incluso hasta un día antes del rodaje". Solo la limitación del tiempo "dictó el plan de rodaje", comenta, agregando que "ahí fue donde nuevamente se escribió, y luego en la sala de edición, donde también, los comentarios de María Izquierdo fueron cruciales para hacer el corte final de la película".
Regreso al origen
Debido a la participación de los chilotes en el filme, el director junto a parte del elenco viajó a la Isla el pasado jueves 13 de marzo para su preestreno, que se hizo en dos funciones.
¿Cómo fue hacer estos eventos?
-Realmente una experiencia inolvidable para todos los que estuvimos presentes. Fue tan emotivo presentar la película previamente a las funciones con todo el elenco, porque este fue un trabajo grupal de mucho esfuerzo y perseverancia. Además, estaba curioso de cómo iba a ser recibida la película entre los chilotes y chilotas porque fue sus tierras y su mitología sobre la cual nos inspiramos para imaginar el mundo de Punta Chucao, donde tiene cabida la narración de esta historia.
-¿Y cuál fue el recibimiento?
-Por suerte la película los cautivó y los actores especialmente tuvieron una gran acogida entre la gente presente. Todos se acercaban para fotografiares con ellos y para abrazarlos, felicitarlos, fue muy bonito sentir su gran apreciación por el trabajo hecho.
-¿Cuáles son tus expectativas de cara al estreno?
-Ojalá la vea mucha gente y más de una vez, porque la película tiene muchas lecturas y registros. Y también mucha aventura y humor. Es una película para disfrutar en familia. Nos gustaría volver a mostrarla en lugares recónditos de Chile, en el norte y en el sur, donde hay difícil acceso al cine, para poder repetir la gran experiencia que tuvimos en Chiloé.