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Escolares logran detener a lanza que había robado un celular a embarazada

valparaíso. La mujer corrió pidiendo ayuda y así se inició la persecusión que terminó con la recuperación del teléfono.
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Un grupo de al menos 30 escolares del colegio salesiano de Valparaíso, se convirtieron en los héroes de una mujer embarazada que corría por la calle Victoria pidiendo ayuda, luego que un lanza le había robado su teléfono celular al interior de una micro.

Aún consternada por el hecho, Natalia Olivares, de 27 años, comentó cómo se sucedieron los hechos. "Yo iba en la micro y me lo tiró de las manos. Lo iba a guardar y me lo quitó", narró entre sollozos la mujer que se encuentra en las últimas semanas de gestación.

Una vez perpetrado el robo, el sujeto se bajó rápidamente del microbús y huyó corriendo. "Acababa de enviarle un WhatsApp a su marido y de pronto me grita "¡mamá, me robó! Después pedimos auxilio y gracias a los escolares lo detuvieron", relató Doris Morales, madre de la víctima del robo.

PERSECUCIÓN EXITOSA

Según testigos, la persecución, que partió en la avenida Argentina, se prolongó por varias cuadras. Así, mientras más huía el ladrón, más estudiantes se sumaban a la posta por alcanzarlo.

Finalmente, la vitalidad de los adolescentes permitió que le dieran alcance. Uno de ellos le hizo una zancadilla desde atrás y de esa manera, el sujeto cayó al suelo.

En ese momento, escolares y otros transeúntes lograron reducirlo. Inmóvil, recibió múltiples golpes e insultos que incluso le soltaron uno de sus dientes.

Aunque la detención se produjo justo en frente del Juzgado de Garantía de la calle Victoria, la ausencia de policías en el lugar dilató la escena del sujeto tendido en el suelo con su boca ensangrentada y guardando silencio.

La propia víctima del robo llegó más tarde al lugar y ella misma pateó al ladrón en la cara.

Luego de unos minutos, un policía de civil llegó hasta el lugar. Lo levantó y, en medio de gritos que le enrostraban su inclemencia ante la embarazada, lo condujo hasta el citado tribunal para resguardar su integridad y evitar un linchamiento espontáneo.

Más tarde, la madre de la víctima se encargó de registrar los bolsillos de las bermudas que vestía el joven lanza y ahí encontró el teléfono celular de su hija.

Un radiopatrullas de Carabineros llegó hasta el lugar para trasladar al detenido hasta el calabozo de un cuartel.

Desde el interior del vehículo, el sujeto se exculpó diciendo: "fue un amigo".