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Joven padre arriesga 15 años de cárcel tras ser hallado culpable de parricidio

DRAMA. Desconsolada madre del bebé asegura que todo se trató de un trágico accidente.
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El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar declaró culpable del delito de parricidio a un extrabajador de una pizzería que fue acusado de causarle la muerte a su pequeño hijo, a través de un fuerte zamarreo, conocido como el síndrome del bebé sacudido.

De esta forma, las juezas Patricia Garrido, Aída Torres y María Teresa Valle desestimaron la tesis de la defensa y de la madre del lactante que aseguraron que todo se trató de un accidente, donde el pequeño Bastián, de cuatro meses, habría caído desde su cama provocándole las lesiones internas que más tarde ocasionaron su muerte en el hospital Carlos van Buren de Valparaíso.

El caso, que mantiene por 10 meses en la cárcel a Danilo González Caballero, de 24 años, ocurrió el 24 de mayo del año pasado en la casa que compartía junto a su pareja Nicole Valladares (25), en la calle México de la ciudad de Quilpué.

LAS VERSIONES

El hecho se produjo en momentos en que el joven se encontraba solo al cuidado de su hijo. A partir de ahí, las versiones sobre las causas que provocaron la muerte del pequeño son dispares.

Por un lado, el condenado asegura que tras dejarlo recostado en una cama para ir al baño, el bebé habría caído al suelo. Al volver y encontrarlo tendido llorando, lo levantó y meció para que se calmara. Esta última acción es la que fue refutada por la Fiscalía y el Servicio Nacional de Menores (Sename), cuyos abogados, basándose en informes y testimonios médicos, aseguran que González habría sacudido violentamente al lactante, ocasionándole múltiples lesiones y descompensaciones sistémicas que más tarde le causaron la muerte. "Él estaba al cuidado del bebé y se investigó un baby shake", respondió escuetamente la fiscal Paola Rojas, consultada por este Diario.

Tras el hecho, el acusado llamó una ambulancia y pidió ayuda a una vecina debido a que el bebé presentaba dificultades respiratorias. Fue así como el niño llegó al hospital junto a sus padres. Ahí los médicos, sospechando de un maltrato, dieron cuenta a la policía que detuvo a Danilo González bajo la imputación de parricidio.

"Jamás nunca hubo zamarreo. Sí declaré en un principio que, producto del nerviosismo, lo haya mecido con más fuerza de lo debido, porque no es controlable el nerviosismo. Hay torpeza. A mi bebé, mi acción para con él siempre fue en ayuda. (...) No digo que soy inocente del resultado. Me hago responsable de todo lo que ha ocurrido, pero no de lo que se me acusa, porque yo siempre fui un buen padre. (...) No habría razón ni nunca la hubo para que yo fuese a agredir a mi hijo. Soy un joven normal, no tengo rasgos psicópatas", manifestó el joven al término del juicio que se extendió por cuatro jornadas.

HASTA 15 AÑOS DE CÁRCEL

Aunque la Fiscalía y la parte querellante del Sename han pedido 15 años de cárcel para el condenado, el defensor penal público Humberto Romero estima que existen situaciones que podrían rebajar la pena.

"Nosotros entendemos de que concurren, por lo menos, tres atenuantes y que no hay ninguna agravante", señaló el abogado, que además ha solicitado al Tribunal que analice la posibilidad de disminuir la condena en tres grados.

Así, la petición busca que González sea castigado a tres años de libertad vigilada, basándose en su irreprochable conducta anterior que no cuenta con antecedentes judiciales.

La resolución de las juezas respecto al futuro del joven padre se conocerá el próximo viernes 28 de marzo, en una audiencia programada para el mediodía.

DRAMA FAMILIAR

El veredicto condenatorio contra el extrabajador generó profundo desconsuelo tanto entre sus familiares directos, como en su pareja, quien lejos de guardarle rencor, lo defiende y visita en la cárcel.

"Me parece irrisorio que haya gente que comete delitos y está libre. Es irrisorio que el juez y los encargados no estudien bien el caso. (...) Ahora, no tan solo perdimos una vida, han destruido varias familias. Es una pena muy grande, así que ojalá piensen que hay una persona que merece estar libre", dijo Nancy Rojas, tía del condenado.

Su hermana, Carol González, pidió "que no lo condenen a 15 años, porque es demasiado".

"Ahora, no tan solo perdimos una vida, han destruido varias familias. Es una pena muy grande"

Nancy Rojas

Tía del condenado