Incendio quema 4 camionetas nuevas y destruye 12 ventanales
valparaíso. Fuego se originó en sitio utilizado por indigentes para dormir. Automotora afectada acusa a municipio por falta de fiscalización.
Con sus focos traseros totalmente derretidos, la pintura quemada y los bordes de plástico deformados terminaron cuatro camionetas Mitsubishi Katana nuevas, avaluadas cada una en 15 millones de pesos, luego que se desatara un violento incendio en una de las veredas de calle Van Buren, casi al llegar a Hontaneda, en el plan de Valparaíso, donde se ubica la automotora "Fronza".
Producto de las llamas, también 12 ventanales, que sumaban una extensión aproximada de 8 metros de largo por 8 metros de ancho, explotaron producto del calor.
De acuerdo a los primeros antecedentes, las llamas se iniciaron a las 4.30 horas de la madrugada de ayer en un sector de la vereda adosado a la automotora, que un grupo de personas utilizaba para dormir por las noches, por lo que lo tenían habilitado con paneles de madera, carteles de nylon y colchones.
denuncia previa
Esta situación había sido denunciada por la automotora al municipio en varias ocasiones, desde que el grupo se instaló en el lugar, previo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
"Llevábamos varios meses con esta seudo casa con indigentes viviendo en la calle. Partió con una o dos personas y dimos aviso a la Municipalidad de Valparaíso. Desde que se puso la primera persona pusimos quejas, vinieron asistentes sociales del municipio, pero en vez de sacarlos nos preguntaron en qué nos afectaban", señaló Claudia Fronza, encargada del local.
Explicó que, debido a esta situación, a los clientes no les gustaba acudir a la sala de ventas, a lo que se sumaba que un par de personas dormía en la zona de acceso a la automotora. "Les dijimos a la gente del municipio que a los clientes les daba cosa venir. Además de estar por el costado, en la puerta de entrada también se alojaban dos tipos. De hecho, llegábamos a las 7.15 horas y había que hacerle el quite a las cabezas para poder entrar".
Indicó que desde el municipio "la respuesta siempre fue cero. Incluso, se les mejoró el standard de vida porque pasaba un camión que les dejaba pan y té".
Además, manifestó que en verano los olores que emanaban del lugar resultaban insoportables, a lo cual sumaban el humo de una parrilla.
"Esto era algo totalmente evitable, eso es lo que más alego. No puede ser que en vez de tirar para arriba la ciudad, se aplaste. La gente de una inmobiliaria les ofreció construirles una mediagua, pero no aceptaron. Y esto, en el fondo, baja la calidad del barrio", explicó la mujer.
las pérdidas
Claudia Fronza sostuvo que, en un primer momento, el monto de las pérdidas de las camionetas ascendía a los 60 millones. Sin embargo, a dicha cifra había que agregarle el costo de los ventanales que explotaron y la infraestructura de la sala de ventas que resultó afectada, por lo cual hoy podría tener una cifra más acotada. De todas formas, hay seguros comprometidos.
"Nadie va a querer camionetas reparadas y reparar no es opción cuando no se han vendido. Se desfiguraron los marcos de los vidrios y se trata de vidrios que se astillan, entonces flectaron al máximo la estructura".
Debido a este hecho, la encargada del local explicó que, si bien no se vieron obligados a cerrar, ayer debieron funcionar "a media asta", dado que quedó inutilizable la zona incendiada.
Finalmente, agradeció que, producto del hecho, nadie resultara herido. "Gracias a Dios, la gente no se quemó", comentó la encargada.
trabajo municipal
El alcalde Jorge Castro, por su parte, reconoció que existe un problema en el sector El Almendral referente a personas en situación de calle que ocupan espacios públicos para pernoctar. Sin embargo, precisó que el municipio no se ha quedado de brazos cruzados y ha realizado grandes esfuerzos para erradicarlas y derivarlas, por ejemplo, al Ejército de Salvación, entidad con la que mantiene un programa de asistencia, o al Refugio de Cristo de calle Retamo.
No obstante ello, el jefe comunal aseveró que la ayuda brindada por grupos solidarios que recorren las calles del Puerto se transforma para estas personas en un motivo para volver a estos lugares, lo que, a su juicio, debería disminuir y privilegiarse la asistencia a través de entidades como el Ejército de Salvación y el Refugio de Cristo.