Secciones

"No pretendemos imponernos como si tuviéramos una retroexcavadora"

E-mail Compartir

El cardenal Jorge Medina expresó su desacuerdo con el proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), que podría ser aprobado muy pronto por el acuerdo transversal que existe entre las distintas bancadas del Congreso.

Aunque aseguró que la Iglesia no quiere imponer su visión en el tema, el prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dijo que si llega a aprobarse, será porque "todo puede esperarse de la mentalidad estatista".

- ¿La reposición del debate por el matrimonio entre personas del mismo sexo no significa una derrota para la influencia de la Iglesia en la vida pública nacional?

- Debo reconocer, sinceramente, que estos proyectos demuestran que muchas autoridades públicas, o no conocen el pensamiento de la Iglesia, o no adhieren a él. No hago más que repetir la posición del Catecismo, o sacar conclusiones que de él se derivan. Las sagradas escrituras presentan a la homosexualidad como "depravaciones graves" y "actos intrínsecamente desordenados", y se señala que quienes viven esa realidad "no eligen su condición homosexual".

- El programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet establece que convocará a "un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de ley de matrimonio igualitario". ¿Cómo espera que sean defendidos los valores de la Iglesia en ese debate?

- Espero que los católicos manifiesten una adhesión sin reservas a la doctrina de la Iglesia, sin olvidar que pensamos que esta doctrina no es sino el reflejo de la ley natural. Que el matrimonio sea la unión entre un varón y una mujer, es una afirmación tan evidente, como lo es que de las relaciones homosexuales jamás se ha producido un embarazo.

- El ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, dijo que en este debate "no se trata de que un sector imponga su postura respecto de otros". Desde hace años se critica a la Iglesia por estar supuestamente intentando imponer su postura al resto de la sociedad...

- La Iglesia, al defender su posición, cree firmemente que lo hace en resguardo del bien común, defendiendo la naturaleza del ser humano y dando argumentos para ello. No pretendemos imponernos, como si tuviéramos a nuestra disposición una retroexcavadora.

- El Gobierno le puso suma urgencia al proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) que busca regular las uniones entre parejas del mismo sexo pero sin darle rango de matrimonio. ¿No le ve algún tipo de beneficio a este proyecto?

- Creo, como se lo manifesté en cartas que dirigí tanto al ex Presidente Piñera y al senador Hernán Larraín que, de aprobarse dicho proyecto, sería un nuevo y duro golpe para la institución matrimonial, ya bastante vapuleada. Será un incentivo para no contraer matrimonio y fomentar la irresponsabilidad. No pocas de las ventajas que se pretenden obtener mediante esa normativa podrían obtenerse por medio de otros instrumentos jurídicos, como el mandato o poder, el contrato de sociedad, el establecimiento de comunidad o las disposiciones testamentarias.

- El expresidente Piñera impulsó el AVP pero no logró aprobarla en el Congreso. ¿Cómo explica que un Gobierno de centroderecha, tradicionalmente más conservador en estas materias, haya avanzado más que ningún otro en este proyecto?

- Nunca me expliqué cómo pudo el ex Presidente Piñera enviar ese proyecto: se lo hice ver a él y a la señora Secretaria General de la Presidencia, pero nunca obtuve una respuesta personal de él. La coherencia no es, por desgracia, una virtud de general aceptación y en muchas ocasiones prevalece lo que se estima "políticamente correcto", aunque sea moralmente inaceptable.

¿Qué papel le cabe a los legisladores católicos en esa discusión?

- Yo espero que los legisladores católicos, y también los otros que creen que hay una ley natural, sean coherentes no sólo con la doctrina de la Iglesia Católica, sino con lo que postula la naturaleza humana. Un político católico debiera votar en función de principios y no con la perspectiva de halagar eventuales electores y conseguir sus votos.