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Reino Unido empleará un sofisticado robot con características humanas para probar equipos de defensa

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Hace tiempo que los robots con forma humana dejaron de ser parte de la ciencia ficción. Eventos a nivel mundial como el último CeBIT realizado en Hannover, Alemania, tuvo entre sus protagonistas a simpáticos androides que incluso dieron la mano a los asistentes a esta feria internacional de innovaciones tecnológicas.

Un sofisticado robot que emula al ser humano será utilizado por el Ministerio de Defensa británico para probar nuevos equipamientos para las Fuerzas Armadas de este país, como trajes de protección contra ataques químicos y biológicos.

El maniquí, llamado Porton Man -por la localidad inglesa donde se ubica el laboratorio de pruebas- puede andar, marchar, correr, sentarse, arrodillarse, mover la cabeza y simular el movimiento de un soldado al percibir un arma, lo que permitirá a los expertos probar los nuevos trajes protectores.

El robot, diseñado con tecnología de Fórmula 1 y con un costo de 1,7 millones de dólares, fue construido por la empresa británica i-bodi Technology Ltd para el Laboratorio de Tecnología y Ciencias de Defensa de Porton Down, en el condado inglés de Wiltshire.

En este laboratorio, los ingenieros someten a diferentes pruebas trajes protectores contra agentes biológicos y químicos como el gas sarín, a fin de diseñar vestuario eficaz y ligero para las Fuerzas Armadas.

Aunque el Laboratorio ha usado antes robots, el presentado hoy tiene muchas más funciones y mayor variedad de movimientos, así como sensores en todo el cuerpo que permitirán a los expertos analizar los resultados en tiempo real.

Un portavoz del Laboratorio, Jaime Cummins, del Grupo de protección física contra agentes químicos y biológicos, señaló que el Hombre Porton es, con 14 kilos, mucho más ligero que sus antecesores, que pesaban unos 80 kilos, y se mueve con mucha más precisión y agilidad.

Tiene además una cabeza extraíble para facilitar la colocación de los trajes y también pulgares que se quitan para poner los guantes y tobillos que se flexionan.

El robot tiene también un sistema de software que permite programar diferentes movimientos para distintas situaciones, indicaron los expertos que realizaron este gran anuncio.

Médicos estudian uso de ketamina para tratar la depresión

investigación. La ketamina es un anestésico, analgésico y alucinógeno. No obstante, podría ser efectiva contra los trastornos emocionales.
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La ketamina tiene propiedades analgésicas y anestéticas. Su empleo oscila entre el alivio de los dolores de espalda, la medicina veterinaria y su consumo como droga alucinógena.

A pesar de los riesgos colaterales como una elevación de la presión arterial y taquicardia, los médicos estudian la posibilidad de utilizar esta droga como un remedio eficaz contra la depresión, investigación publicada recientemente en la revista Journal of Psychopharmacology.

Un grupo de especialistas de Oxford analizaron a 28 pacientes que sufrían de depresión aguda desde hacía décadas. Quienes consumieron dosis pequeñas de ketamina registraron la desaparición de esos síntomas pocas horas después y los efectos duraron incluso meses. La administración del medicamento fue durante un período de 40 minutos en seis ocasiones.

Según los resultados, ocho voluntarios mostraron mejoras en sus niveles de depresión, mientras que cuatro de ellos dejaron de ser diagnosticados como depresivos. Algunos pacientes respondieron al tratamiento seis horas después de la primera ingesta de la droga.

De acuerdo a los expertos, existe una serie de posibilidades de investigar más a fondo los beneficios de la ketamina.

resultados dramáticos

El doctor Rupert McShane, que encabezó la investigación realizada en Inglaterra, afirmó que los resultados de la ketamina en tratamientos contra la depresión "fueron muy dramáticos" para algunos pacientes. "Es el tipo de cosas que hace que valga la pena haber estudiado psiquiatría, es algo magnífico de ver", subrayó el experto.

"Los pacientes nos decían: "Ah, así es como solía pensar antes", mientras que sus familiares nos cuentan: "Nos devolvieron a nuestro ser querido"", agregó McShane.

El científico dijo que algunos de los pacientes que mostraron importantes mejorías sufrían de depresión desde hacía más de 20 años.

Sin embargo, McShane explicó que la duración de los efectos sigue siendo un problema.

Algunos pacientes sufrieron una recaída días después de ingerir las primeras dosis, mientras que otros dijeron haber sentido mejorías hasta tres meses después, y desde entonces han recibido dosis adicionales de ketamina.

Los expertos dijeron también que en pocos casos se registraron efectos colaterales, como en un paciente que sufrió la interrupción momentánea de irrigación sanguínea al cerebro. De todos modos, la ketamina tiene otros efectos tales como el alza en la presión arterial, cuestión no registrada en el estudio.

"Es emocionante, pero por ahora no se utilizará en tratamientos de rutina ya que tendremos que hacer un seguimiento a las respuestas de pacientes. No va a reemplazar al prozac", subrayó McShane.

El prozac, nombre comercial de la fluoxetina, es uno de los antidepresivos más populares en Chile. Según los expertos, es una ayuda para quienes sufren de depresión, pero no es una solución totalmente efectiva.

Por su parte, David Taylor, profesor de psicofarmacología del King"s College de Londres, declaró a la BBC que en la mayoría de los casos de pacientes con depresión aguda "el camino no tiene retorno".

"Pero este nuevo tratamiento con ketamina muestra que la depresión tiene que ver con algo químico, que puede ser revertido con químicos y echa por tierra de una vez por todas el preconcepto de que el paciente puede curarse por sí solo", sentenció el especialista.

claves

Test de depresión en adolescentes

Según la Encuesta Nacional de Salud, la depresión alcanza al 33% de las mujeres y un 9,8% en los hombres. Antes de finalizar su gestión como ministro de Salud, Jaime Mañalich anunció que la cartera aplicará un test para detectar este trastorno en adolescentes. Esta medida se efectuaría una vez al año a todos los menores que se atienden en la salud pública y en las intervenciones de "Control Joven Sano", en conjunto con el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv).