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Un estudio cuestiona el efecto de dos conocidos antigripales y desata polémica con fabricantes

Londres. Investigadores concluyeron que el fármaco no previene las complicaciones ocasionadas por la gripe. Una de las empresas farmacéuticas rechazó los resultados y aseguró que su medicamento sí previene la gripe.
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Nuevos análisis realizados en Gran Bretaña cuestionan el empleo de los conocidos antrigripales Tamiflu y Relenza e instan a las autoridades a plantearse si tiene sentido almacenar estos medicamentos para el eventual caso de que se produzca una epidemia.

Eso concluyeron los científicos de la organización sin fines de lucro Colaboración Cochran en conjunto con el British Medical Journal. Los investigadores también aseveran que no hay evidencia que pruebe que estos antigripales puedan prevenir complicaciones propias de dicho estado viral e, incluso, llegaron a decir que podría tener efectos secundarios.

La información fue publicada por el "British Medical Journal". El grupo farmacéutico Hoffmann-La Roche, productor de Tamiflu, rechaza estas conclusiones. Glaxosmithkline, fabricante por Relenza, no comentó el tema.

Desde hace años que los medicamentos han generado debate entre la comunidad científica, pues muchos de los datos de la investigación llevada a cabo por los fabricantes no eran accesibles. En 2009 los gobiernos invirtieron gigantescos presupuestos en medicamentos como tamiflu en medio del brote del virus de influenza H1N1.

La Agencia Europea de Medicamentos ha dicho que abrirá el acceso a la información que recibe de las compañías fabricantes, para que esté a disposición del público.

El análisis

El análisis

Para hacer su análisis, los expertos de Cochrane valoraron 20 estudios de Tamiflu y 26 de Relenza (ambos con inhibidores de neuraminidasa) con más de 24.000 participantes. Según sus conclusiones, Relenza reduce la duración de los síntomas en alrededor de medio día en adultos, mientras que Tamiflu de 7 a 6,3 días.

En niños, según la investigación, los efectos eran menos claros, pero tanto en ellos como en adultos el medicamento aumentaba el riesgo de náuseas y vómitos en entre un cuatro y un cinco por ciento.

El estudio cuestiona la compra masiva por parte del los gobiernos de los antigripales para prevenir los brotes de influenza.

El grupo farmacéutico Hoffmann-La Roche, productor de Tamiflu, argumentó que "las decisiones de 100 autoridades de todo el mundo, así como los datos derivados de su uso, demuestran que Tamiflu es un medicamento eficaz para el tratamiento y la prevención de la gripe".

Hace un mes, un estudio publicado en "The Lancet Respiratory Medicine" y financiado por Hoffmann-La Roche señalaba que los inhibidores de neuraminidasa como Tamiflu redujeron el riesgo de muerte en un 25 por ciento entre los pacientes que ingresaron en hospitales durante la epidemia de H1N1 en 2009-2010.

Tamiflu salió a la venta en 1999 y desde entonces algunos estudios han cuestionado su eficacia para prevenir complicaciones, lo que su fabricante niega. En una editorial, el British Medical Journal aseguró que el estudio entrega "el más completo análisis hasta ahora de lo que sabe sobre las pruebas aleatorias sobre la efectividad y seguridad de estos medicamentos antivirales".

Inversión millonaria

Durante la década pasada, el gobierno británico gastó 677,8 millones de euros en Tamiflu a raíz de los brote de influenza. Fiona Godlee, editora del British Medical Journal, cuestionó dicha inversión y declaró que lo mejor habría sido gastar el millonario presupuesto en mejorar el sistema de salud nacional. En Chile el gobierno dijo en 2012 que en las bodegas de Cenabast estaba almacenado el equivalente a tres mil millones de pesos en Tamiflu.

El año que se hundió el Titanic no había más icebergs de lo normal

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Hasta ahora, uno de los factores que se consideraba como causante del hundimiento del Titanic en 1912 era el supuesto número excepcional de icebergs que había existido ese año. Pero una investigación de la universidad inglesa de Sheffield asegura que dicha tesis sería falsa.

Según el estudio publicado ayer en la revista "Weather", y que analiza registros de la época y actuales, en la actualidad de registra un número mucho más alto de masas de hielo que en esa época. Incluso, años después del hundimiento del barco hubo muchos más icebergs que en 1912.

Así, el aumento de icebergs parece haberse acentuado en los últimos 20 años y, según el profesor Grant Bigg, entre 1991 y 2000 "se registraron más de 700 icebergs y en cinco de estos años se contabilizaron más que en 1912".

Así, el autor rompió con la creencia de que la cantidad de icebergs gatilló la tragedia. Pese a esto, Bigg admitió que el Artico presentó una cantidad importante de masas de hielo, pero que eso no aumenta las probabilidades de un choque. "Hemos visto que 1912 fue un año de elevado riesgo de icebergs, pero no un riesgo excepcional", declara el autor del estudio y apunta que "en 1909 se registró un número algo más alto y más recientemente el riesgo ha sido mucho mayor".

El estudio fue publicado cuando se cumplieron los 102 años desde el trágico viaje inaugural. La tesis que responsabilizaba al número de icebergs del hundimiento se fundaba en la creencia de que en 1912, por efectos solares y lunares, había crecido el número de estas masas de hielo.

Un grupo de Científicos busca crear un corazón humano completo usando una impresora 3d

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Las impresoras 3D ya han sido usadas para hacer férulas, válvulas e, incluso, una oreja humana. Pero esta vez los científicos de la Universidad de Louisville se pusieron una meta más alta: imprimir un corazón humano. La meta es crear un nuevo corazón para un paciente con sus propias células, a fin de que pueda implantarse. Pero fabricar un corazón y hacerlo funcionar dentro de un paciente es un proyecto ambicioso, y podrían pasar años, e incluso décadas, antes de que un corazón impreso sea injertado en una persona. Sin embargo los avances que ya se han realizado en la utilización de la tecnología 3D permiten que los científicos acerquen la posibilidad de cumplir esa meta.

Hasta hora, el equipo de la Universidad de Louisville ha impreso válvulas cardiacas humanas y vasos sanguíneos con células, y pueden construir algunas otras partes con otros métodos, según dijo el biólogo celular que dirige el proyecto, Stuart Williams. El experto aseguró que también han probado exitosamente los vasos sanguíneos en ratones y otros animales pequeños.

Por eso, Williams cree que en un plazo de tres a cinco años podrían imprimir partes y ensamblar un corazón completo. El desafío más importante, dijo, es hacer que las células trabajen en equipo, como en un corazón normal. Pero el avance de esta innovación será lento. De hecho, Williams señaló que podrán probar el corazón en humanos recién en una década.