El camino de la reconstrucción
Acá se necesitan arquitectos que puedan diseñar un parque que se bautice El Desastre, que cruce desde Mariposas a Ramaditas, y que haga habitable con dignidad e inteligencia esa zona que le pertenece a la gente de Valparaíso. Acá necesitamos buenos constructores que puedan reciclar las horrendas torres que intentan ocultar la miseria, y que formen nuevos barrios que estén a la altura de la belleza escénica que la naturaleza dio a este lugar.
Acá se necesitan personas honradas que oficien de abogados y que ayuden a establecer justicia en los diversos tribunales que se encuentran colapsados de burocracia e inoperancia. Acá se necesitan valientes soldados, que dejen las armas en los cuarteles y movilicen eficientemente la ayuda que necesita la gente. Acá se necesitan historiadores, de esos que comprenden las contingencias que han dado origen a las catástrofes y que pueden enseñarnos donde hemos errado el camino.
Acá se necesitan ingenieros, que con los recursos disponibles puedan diseñar, planificar, organizar, ejecutar, evaluar y mejorar los sistemas de toda índole que permita un mejor funcionamiento de la ciudad. Acá se necesita infraestructura, pero no de cartón como lo que se ve en la tele, hay que levantar barrios con sentido humano, en coherencia con el entorno, donde la gente disfrute conscientemente de la oportunidad que significa vivir aquí.
Acá también necesitamos a gente que comprenda la dinámica del espacio físico y biótico de nuestro planeta: su geología, química, clima, agricultura y biodiversidad, cooperando desde sus saberes en todo lo que el resto ignoramos. Acá se necesitan obreros, de todos los oficios, artes y disciplinas, personas indispensables para concretar cualquier tarea y cuyas manos hacen la metamorfosis desde la sustancia a la obra. Acá se necesitan profesores, de los que están logrando que la gente sepa que la educación gratuita es posible, y que seguirán abriendo puertas con sus enseñanzas infinitas.
Acá se necesita gente con empatía, fuerza y espiritualidad que pueda ayudar a contener la pena de toda una ciudad que llora nuevamente sobre las cenizas de sus muertos. Se necesita mucho. Pero es necesario también un Municipio moderno, incorruptible, organizado, donde converjan todos los estamentos que habitan esta ciudad.
Valparaíso tiene la oportunidad histórica de constituirse como el primer Gobierno Comunal que puede dialogar directamente con el Gobierno Central respecto a una nueva administración que no se diluya entre la inoperancia y la corrupción. Un Gobierno Comunal que exprese la complejidad de todas nuestras ideas, del que se reconozca la autoridad de tomar sus propias decisiones como el resultado de un diálogo democrático que se da entre iguales. Ese es el camino a la reconstrucción.
Dr. Gastón Carvallo Bravo
Investigador Instituto de Biología, Facultad de Ciencias PUCV