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Reconstrucción de Valparaíso, recursos del Estado

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Hace unos meses atrás se anunció la buena noticia de que la rotonda Perez Zujovic sería finalmente eliminada con una inversión de 340 millones de dólares gracias a un convenio público - privado que posibilitará llevar adelante esta mejora vial en las comunas de Vitacura y Las Condes.

De igual forma, el Estado invirtió el año pasado 160 millones de dólares en la remodelación del barrio cívico de Santiago y hace pocos días, la Presidenta anunció la inversión de un monto no especificado de recursos para la construcción de un nuevo Teatro en el Centro Cultural Gabriela Mistral con capacidad para 2 mil personas, poniéndose énfasis en que esto era una buena noticia "para Chile".

Sin entrar en las clásicas denuncias de centralismo, que en Chile ya francamente no son noticia para la opinión pública, sería muy bueno conocer cuáles serán los montos (en millones de dólares y no en pesos), que serán destinados a la reconstrucción urbanística de los cerros arrasados por el gran incendio que afectó a la ciudad.

Sería de suma justicia que el Estado destine recursos A CADA CERRO en cuestión, única forma de enfrentar el problema de fondo y lograr que tras este desastre definitivamente surja una oportunidad para Valparaíso y sus habitantes.

La solución a los problemas estructurales que la comuna de Valparaíso tiene, y que hoy quedan al descubierto para el resto del país e incluso para las autoridades regionales y comunales, debe venir ahora, pero con los recursos suficientes para realizar obras que mejoren sustantivamente la calidad de vida de los habitantes de los cerros del puerto. Por citar un ejemplo, no hay que olvidar que recursos con los que se pretendió solucionar el tema de la conservación patrimonial en la ciudad (73 millones de dólares), al margen de su ineficiente uso, desde un comienzo eran sabidamente insuficientes para lograr el objetivo que se planteaban. Ahora, el Estado debe invertir sumas que en nada pueden ser menores a las que se utilizan en subsidiar el Transantiago, o las que se invierten en una rotonda vial como la antes aludida.

Por último, compartiendo la opinión de la persona más calificada sobre geografía urbana de Valparaíso, Prof. Luis Alvarez, vecino del Cerro La Cruz, y hoy damnificado por el siniestro, resulta imprescindible que en materia de emergencias, las políticas públicas nacionales contemplen realidades locales y genuinas como las que tiene Valparaíso, ya que no es posible que hoy todo se centre en el peligro de un tsunami, cuya última ocurrencia significativa fue hace 300 años, y no se contemple enfrentar con determinación el tema de los incendios forestales y urbanos, que cada año cobran víctimas fatales, y miles de damnificados.

Rodrigo Moreno Jeria

Director Facultad de Artes Liberales, Campus Viña del Mar, Universidad Adolfo Ibáñez