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El oro más triste de Coté Mailliard: gana a pocos días de la muerte de su padre

canotaje. La deportista viñamarina logró el primer puesto en el Sudamericano disputado en Uruguay.
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Hace un mes y medio, la vida le cambió a María José Mailliard. Su padre, quien fue el principal impulsor de su carrera deportiva, murió en un accidente automovilístico.

La canoísta reconoce que todavía no lo puede asimilar del todo. Incluso afirma que su familia ha tenido jornadas tan agitadas, que aún no pueden vivir un duelo verdadero.

"Mi papá se quedó dormido manejando y chocó contra un muro antes del peaje de la ruta camino a La Calera, tuvo fracturas en las piernas y murió por desangramiento".

El relato de la joven viñamarina es seco y duro. Sin embargo se suaviza cuando revela la experiencia vivida hace una semana: compitió en el Campeonato Sudamericano y ganó medalla de oro el día del cumpleaños de su padre.

"Me fui a la vida, falleció mi papá y desde ahí en adelante he tenido muchas cosas por hacer, tiempo para entrenar no tuve mucho, si tuviera que evaluarme diría que no me preparé bien para el Sudamericano Adulto de canotaje", asume la viñamarina.

Mailliard cuenta que el día de la competencia de los mil metros "coincidió con el cumpleaños de mi papá, tenía muchos sentimientos encontrados, creo que me motivé y corrí pensando en él. Y gané. Gané ampliamente, creo que nunca había ganado así, la segunda llegó a veinte segundos de mí, lo que es mucho. Ese día había mucho viento, mucho oleaje, estaba difícil la pista. El día siguiente se suspendió la competencia por un temporal".

La seleccionada nacional de canotaje dice que está consciente de su estado. No pasa por un buen momento y lo sabe. Reconoce incluso que todavía no supera la rabia. Pero todo lo guarda, porque dice que debe estar en su casa apoyando a su hermana menor y a su madre.

"Gracias a Dios tuve buenos resultados el año pasado, recibí harto apoyo económico y gracias a eso puedo ayudar a mi familia. Hoy tengo un sentir raro, todavía siento que no es verdad, se me olvida que murió mi papá, hemos tenido muchas cosas encima, por lo que no hemos podido vivir bien el duelo", señala la deportista.

Pero dentro de todas las complicaciones, Mailliard afirma que lo que vivió en Uruguay fue "especial".

"Todo esto es nuevo para mí, por eso me dije que no podía perder en el cumpleaños de mi papá, fuera como fuera tenía que ganar. Y en realidad en la competencia iba muerta, pero como me vi adelante tenía que mantenerme no más. Los mil metros además es la competencia en la que me siento más cómoda y además donde me he coronado como la mejor por tres veces consecutivas. Es mi prueba", dice con orgullo.

La viñamarina asegura que "el día que corrí en Uruguay sentí algo especial, para el Sudamericano en la Federación fueron muy conscientes conmigo, les dije que por la muerte de mi papá no podía ir al sur para los controles clasificatorios, y pasé directo, algunas niñas alegaron porque fueron a controlar, pero me dieron el pase porque yo era la mejor. Con la medalla quedó más que claro que no fui de regalo".

Según relata la canoísta, se siente "tranquila y contenta" por el triunfo conseguido en el lago Calcagno de Montevideo. Insiste en que se quedó con el oro en los mil metros entrenando un tercio de lo que entrena normalmente y asegura que hizo "un buen papel". Además en duplas, junto a Diana Pailallef, que no es su compañera estable, lograron la presea de plata.

MOTIVACIÓN ESPECIAL

"Antes entrenaba porque me gustaba, porque soy súper competitiva, porque me gusta ganar, pero ahora tengo una razón mucho más fuerte que es mi papá. El me apoyaba mucho, es mi razón hoy. Cuando no tengo ganas de entrenar, voy por mi papá. Fue quien me impulsó a ser deportista, primero en la natación en el colegio, luego en aguas abiertas, y después en el canotaje, cuando la federación me dejaba fuera de las competencias fue mi auspiciador número uno", dice Mailliard.

Su ausencia en los Juegos Odesur de Santiago 2014 es clara: después de la tragedia familiar, "no tenía ganas de nada".

Hoy su horizonte es el Mundial de Rusia, que se disputará a principios de agosto en Moscú. Competirá en el par 500 metros junto a Nancy Millán, buscando revalidar su tercer puesto en Alemania el año pasado.

Y sabe que el recuerdo de su padre será su mejor motivación.

María José Mailliard tiene una visión crítica respecto a las mejoras que se realizaron en Curauma para los Juegos Odesur. De partida, asegura que no pueden usar las instalaciones del CEO constantemente pues como la electricidad la provee un generador, su costo es demasiado elevado. Además, dice que "no veo un gran cambio en la pista, creo que debieron haber invertido en partidores automáticos, pusieron unas balsas que a mi juicio son mediocres, pensando en la importancia de los Odesur. No veo gran cambio en la pista, el espacio donde entrenamos sigue siendo igual que antes. Pienso que no se refleja el gasto que se hizo en lo que quedó".

María José Mailliard

Seleccionada nacional

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