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Regantes viven situación crítica por la falta de agua y exigen medidas urgentes

sequía. Intendente ya hizo la petición ante el Ministerio de Obras Públicas por la falta de lluvias.
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Sin lluvias significativas previstas para las próximas semanas, los regantes y agricultores de la Región de Valparaíso se encuentran en una situación crítica por la falta de agua en sus cultivos, ad portas de las cosechas de algunas siembras de hortalizas.

Por ello, regantes y productores de distintas provincias exigen la implementación urgente de medidas específicas que permitan mejorar el abastecimiento de agua, entre ellas, una mesa de trabajo que les facilite la administración del caudal del río Aconcagua.

Pese a las diferencias que tienen en este tema, tanto dirigentes de regantes de la Primera Sección como de la Tercera coinciden en que, aunque útiles, no son suficientes los decretos de escasez hídrica que ya emitió o tramita actualmente el Ministerio de Obras Públicas para dar una solución real a la crisis.

HECTÁREAS EN RIESGO

El gerente de la Junta de Vigilancia de la Tercera Sección, Santiago Matta Miranda, advierte que actualmente están en riesgo siete mil hectáreas de hortalizas pertenecientes a pequeños agricultores de las provincias de Quillota y Marga Marga.

Matta apuntó que la situación resulta dramática, toda vez que el caudal del Aconcagua es tan bajo que desde hace 16 días no se han regado las plantaciones de frutales ni las nuevas siembras de hortalizas, incluidas las de tomates, que generan miles de empleos.

Afirmó que en la última medición realizada en el río, éste llevaba apenas 268 litros por segundo, caudal absolutamente insuficiente para regar las 21 mil hectáreas de plantaciones y siembras de las provincias de Quillota y Marga Marga.

Agregó que junto con las hortalizas, están seriamente afectadas las cosechas de cítricos, que junto con los paltos son la especie más abundante en la zona.

PRIMERA SECCIÓN

Para el gerente de los regantes de la Primera Sección del Aconcagua, Javier Crasemann, la situación es compleja y afecta principalmente a los productores ubicados en los bordes de la cuenca del río.

Asimismo, advierte que se requiere de una mesa de trabajo urgente, que sea capaz de ponerse de acuerdo en medidas de distribución del agua del Aconcagua, inversiones de corte y mediano plazo, además de racionalizar de forma equitativa los recursos hídricos de la cuenca.

Pese a ello, Crasemann reconoce que la situación es compleja, pero no alcanza un nivel crítico, porque los cultivos de dicha zona, principalmente San Felipe, requieren un riego que es coincidente con los periodos de mayor caudal del río.

También confirma que ya está vigente un decreto de escasez hídrica, pero advierte que en la práctica dicha acción no le significa grandes paliativos a los regantes de la primera sección.

"Aquí ha existido una mala gestión de las autoridades, que se han visto presionadas a tomar decisiones que no son adecuadas", alerta Crasemann.

nuevos decretos

En tanto, el Ministerio de Obras Públicas tiene previsto oficializar en los próximos días nuevos decretos de escasez hídrica para las provincias de Quillota, Marga Marga y Los Andes.

Para Santiago Matta, dicho documento no tiene total efectividad si no incluye la obligación de las primeras secciones del río, en las provincias de Los Andes y San Felipe, de entregar 36 horas continuas de agua a la Tercera Sección, durante los fines de semana.

Recordó que ello permitió mitigar los graves daños que han sufrido los productores durante los pasados cuatro años producto de la severa sequía que afecta a la zona central del país.

Los decretos de escasez pueden ser otorgados por un máximo de seis meses y no son prorrogables. Permiten la intervención de pozos.

Decreto por tres meses en San Felipe

El 15 de abril de este año, el Ministerio de Obras Públicas otorgó mediante el decreto N°252 una declaración de escasez hídrica a la Provincia de San Felipe, que agrupa a los regantes de la Primera Sección del río Aconcagua. "En virtud de esta declaración y no habiendo acuerdo entre los usuarios para redistribuir las aguas, la Dirección General de Aguas podrá hacerlo respecto de las aguas disponibles en las fuentes naturales, con el objeto de reducir al mínimo los daños generales de la sequía", expone el documento, que fue otorgado por tres meses y no los seis del decreto anterior.