Con pérdidas por US$ 163 millones la Compañía Sud Americana de Vapores cerró su ejercicio 2013, resultado relevante en el proceso de reestructuración de la empresa que comenzó en el 2011 cuando la naviera arrojaba un déficit de US$ 1.250 millones, llegando incluso a perder US$ 5 millones por día.
Se trata de una reducción de un 46% en comparación con el 2012 cuando las pérdidas llegaron a US$ 314 millones.
La información fue dada a conocer ayer por la firma en el marco de su junta ordinaria de accionistas celebrada en Valparaíso y en la que además el gerente general de CSAV, Oscar Hasbún, dio a conocer detalles del proceso de fusión con la alemana Hapag Lloyd.
"La mejora significativa y sostenida que es posible apreciar en los resultados de la compañía es fruto del intenso proceso de reestructuración realizado por CSAV, de mira a convertirnos en una empresa más moderna y eficiente en su gestión", comentó el ejecutivo, quien agregó que esta mejora fue clave para negociar con la firma teutona.
Tras la fusión, la entidad combinada se convertirá en la cuarta mayor naviera a nivel mundial, con alrededor de 200 buques portacontenedores, cerca de 1 millón de TEUs de capacidad, volúmenes de carga transportados de 7,5 millones de TEUs anuales y volumen de negocios combinados por sobre US$ 12 billones.
A cambio de entregar su negocio portacontenedores, CSAV se convertirá en el principal accionistas de Hapag-Lloyd, junto con HGV (Ciudad de Hamburgo) y Kühne Maritime, obteniendo inicialmente un 30% de la propiedad de la entidad fusionada.
Hasbún señaló que el próximo paso es esperar la aprobación del Senado de Hamburgo que actualmente es el principal accionista de Hapag.
Una vez concretado ese paso, además de permisos relacionados con la libre competencia, la operación podría cerrarse este año. "Esperamos que esto se produzca en el último trimestre de 2014", concluyó Hasbún.
Las claves de la reestructuración
Entre el 2011 y el 2014, bajo el control del grupo Luksic, la naviera centró su recuperación en cinco puntos: reducción del tamaño de la empresa enfocándose en Latinoamérica, desarrollo de acuerdos de operación conjunta, aumento de la flota propia pasando de un 8% a un 50% para el 2015, el rediseño de la estructura organizacional y la declaración de intención de encontrar un socio estratégico. Esto en un escenario internacional del transporte marítimo que tras una leve recuperación el 2012, volvió a caer el año pasado.