El Vaticano celebrará la canonización de dos de sus Papas más recientes: Juan XXIII y Juan Pablo II. Esta es la primera vez en la historia de la Iglesia en que dos Pontífices serán proclamados santos. Y durante la ceremonia además estarán presentes dos Pontífices. El Papa emérito, Benedicto XVI, concelebrará junto al Papa Francisco, la ceremonia de canonización de los Pontífices precedentes, Juan XXIII y Juan Pablo II. La información fue confirmada ayer por el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Sin embargo, desde el Vaticano no han confirmado que Joseph Ratzinger vaya a estar en el mismo altar que los concelebrantes.
En la ceremonia, además de dos Pontífices, participarán 150 cardenales que viajaron a Roma desde todos los rincones del mundo, 1.000 obispos y 870 sacerdotes se encargarán de dar la comunión, según informaron desde el Vaticano. Para esta canonización histórica estarán en San Pedro 24 jefes de Estado y Gobierno y 23 ministros, entre ellos los reyes de España y de Bélgica, además de los presidentes de Paraguay, Honduras, El Salvador, Ecuador, Albania, Croacia, y Polonia, entre otros.
Con la proclamación de la santidad de Juan XXIII y Juan Pablo II, la Iglesia suma 80 Pontífices santos. A Karol Wojtyla los fieles ya le habían concedido la santidad tras el grito de "santo súbito" que resonó tras su muerte en la Plaza de San Pedro en 2005.
Para ser santo
Para ser santo
Para ser proclamado como santo, las normas de la Iglesia establecen una serie de requisitos. La primera etapa de este proceso es ser reconocido Siervo del Señor y, para ello, los postuladores de la causa presentan a la Santa Sede un informe que, tras su examen, tiene que emitir el decreto "Nihil Obstat". Con este decreto se inicia oficialmente el proceso, al no darse ningún impedimento para que dé comienzo, y se nombra al protagonista "Siervo del Señor".
La siguiente etapa consistía en recibir el reconocimiento de sus "virtudes heroicas", un título que les convertiría en Venerables Siervos del Señor. Para que esto suceda, una comisión jurídica vaticana se reúne para estudiar la ortodoxia de los textos que publicaron en vida y para atender a diversos testimonios de personas que han presenciado sus vidas.
Acto seguido, el relator del proceso, nombrado por la Congregación para la Causa de los Santos, elabora un documento denominado "Positio".Se trata de un compendio de los relatos y de los estudios llevados a cabo por la comisión y que, una vez aprobado por el pontífice, concede a las diferentes causas el título de Venerable, el segundo paso hacia la santidad. Ya Venerables, el siguiente trámite es el de su beatificación.
Celeridad
En el caso de Juan Pablo II ha causado gran revuelto la celeridad con la que se realizó su proceso. Mientras la beatificación de Juan XXIII fue realizada por Juan Pablo II en el año 2000, a 37 años de su muerte, en el caso del Papa polaco fue beatificado en 2011, a sólo seis años de su deceso. Esto fue posible gracias a Benedicto XVI, quien retiró una norma que obligaba a esperar cinco años antes de que pudiera iniciarse el proceso para la canonización.
Tanto Juan XXIII como Juan Pablo II alcanzarán la santidad con solamente un milagro reconocido por la Iglesia, pese a que la normativa exige dos. La decisión fue tomada por el actual Pontífice, el Papa Francisco.
Al Papa italiano se le adjudicó en el año 2000 la curación de la religiosa italiana Caterina Capitano, que estuvo a punto de morir por una peritonitis aguda y que tras encomendarse a Juan XXIII, consiguió sobrevivir. A Wojtyla se le atribuyeron numerosos milagros Wojtyla, aunque fue la atribución de la curación de una mujer costarricense aquejada de un grave aneurisma cerebral por el que los médicos le dieron un mes de vida la que le fue reconocida. Esta mujer, Floribeth Mora Díaz, participará en la ceremonia de hoy en Roma junto a su familia.
Iglesia a cielo abierto
Los peregrinos comenzaron a invadir la capital italiana ayer, con sus cantos y oraciones, a la espera de la ceremonia de canonización. De hecho, muchos aseguraron que harían vigilia toda la noche, a la espera de que se dé inicio a la proclamación de santidad de los dos Papas. Las 12 iglesias romanas fueron abiertas ayer para la llamada "Noche blanca de la oración", en la que se esperaba que participaran cientos de jóvenes conocidos como "papaboys". El hito también es aprovechado por los comerciantes que ofrecen cientos de souvenirs.