Con sentimientos encontrados terminó la Selección Chilena de balonmano su participación en los últimos Juegos Odesur Santiago 2014. En la parte deportiva no quedaron conformes con la medalla de bronce que rescataron en el certamen que se jugó en el gimnasio Polideportivo de Viña del Mar y donde no pudieron tomarse revancha de los argentinos. Pero en cambio, disfrutaron de un masivo apoyo popular en las tribunas, algo inédito para una de las tantas disciplinas que en nuestro país ha logrado salir a la luz pública recién en los últimos años y producto de sus buenos resultados.
Un deporte que no descansa y que a nivel sudamericano pretende seguir marcando una presencia importante, razón por la que en estos días la Roja se encuentra en plena etapa de preparación para el Panamericano de hándbol que se desarrollará en Montevideo, Uruguay, desde el 22 de junio y que es clasificatorio para la Copa del Mundo. Ese no es el único objetivo, porque durante el 2015 hay otros dos importantes eventos; el Mundial de Qatar (17 de enero al 1 de febrero) y los Juegos Panamericanos de Toronto.
"Estamos ya entrenando y ya pronto se vendrán las giras previas de preparación, poco a poco te vas quedando sin vida y nos dedicamos sólo a jugar", comenta el capitán y arquero del conjunto chileno, Felipe Barrientos, quien agrega que "debemos seguir siendo top 3 para volver a estar en un Mundial, pero cada vez la cosa se hace más difícil, porque los rivales que antes vencíamos ahora también han ganado en experiencia, esperamos mantener y mejorar nuestro nivel".
EL RECAMBIO QUE SE VIENE
Si bien existen jugadores consolidados que militan en clubes europeos como Marco Oneto, Barrientos sostiene que el grupo que hoy se encuentra entrenando en el CAR está integrado por mucha gente joven y de proyección. "Estamos pensando que en algún momento también les va a tocar a ellos, hacen un tremendo esfuerzo y saben que el cambio de generación ya viene…los que están en Europa se suman al final a los torneos, pero hemos mantenido la misma línea de juego en los últimos cuatro años, así que el cambio no es tan grande, siempre es importante mantener los procesos", apunta el golero.
Respecto de la última experiencia en los Juegos Suramericanos realizados en nuestro país, Barrientos admite que "en lo deportivo quedamos con gusto a poco, el bronce era el piso para poder tener algo, le queríamos ganar a Argentina y estar en la final, nos habíamos esforzado mucho para lograr eso, pero no se pudo…así que conformes con el tercer puesto, pero en ningún caso contentos. Ahora, sí quedamos muy satisfechos con la respuesta del público, fuimos el tercer deporte con más gente en las tribunas, con más de 20 mil personas en todas las jornadas, algo que no se esperaba, por eso quedamos muy agradecidos".
Por esa misma razón, el arquero tiene claro que la gente mantendrá esa atención en la medida de que se puedan seguir dando buenos resultados deportivos, teniendo presente que todavía falta superar en Sudamericana a los trasandinos para jugar las finales con Brasil. "Toda la energía la tenemos enfocada a Toronto 2015, obviamente queremos que nos vaya bien en los torneos que se juegan antes, pero en Canadá los argentinos no se van a zafar de un triunfo nuestro", promete el cuidapalos de Italiano BM de Villa Alemana.
Finalmente, sobre la mayor profesionalización que ha tenido en Chile el balonmano, Barrientos agradece algunas políticas públicas que los han favorecido, pero piensa que todavía queda tarea importante por hacer.
"Antes no teníamos nada, eran puros números rojos, hacer hándbol era una locura, ahora tenemos que seguir combinándolo con trabajar o estudiar, porque no se han resuelto todos los problemas, pero el tema ha avanzado bastante…con la creación del ministerio del deporte deberíamos seguir mejorando, aunque está claro que nadie de nosotros quiere hacerse millonario con esto", indica, junto con añadir que la agrupación de deportistas de alto rendimiento también pretende proteger y mejorar aspectos como las atenciones de salud, las coberturas de los seguros médicos, las imposiciones y las futuras pensiones. "Se necesitan cosas urgentes para darle a la gente más joven un piso de estabilidad y no de angustia para sus familias frente a lesiones", concluye.