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Medina no le hace el quite al desafío de ser el nuevo técnico de Everton

Fútbol. Entrenador fue confirmado para comenzar los trabajos de cara a la próxima Copa Chile.
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Carlos Medina advierte de inmediato que no anda "con el serrucho bajo el brazo". Sin embargo, quien fuera ayudante de Omar Labruna y Nelson Acosta en la banca de Everton, asegura que está disponible para asumir desafíos importantes en el club donde jugó como volante de contención por varias temporadas y hoy es jefe técnico de las series cadetes.

Lo dice a propósito de que Acosta terminó contrato con los viñamarinos y recién hoy se sabrá si tiene alguna posibilidad de seguir al mando de los oro y cielo en el campeonato de Primera B.

Pero también porque mientras se resuelve el nombre del próximo DT, los dirigentes le encomendaron la tarea de trabajar con lo que queda de plantel para encarar la próxima Copa Chile, en la que debutan el sábado 17 de este mes frente a Unión San Felipe, como visitantes.

El exmediocampista entiende que ese torneo es una gran chance para demostrar sus condiciones y, a diferencia de lo que pasa con otros entrenadores de categorías menores, no demuestra miedo en poder dar el gran salto.

"Yo quiero generar dudas a los dirigentes y demostrar que estoy preparado y en condiciones de asumir, soy una persona que es del club y por eso quiero mostrarme, estoy grande, tengo familia y siento que ya tengo que comenzar a mostrar lo que soy como técnico", indica sin complejos Medina, quien tiene una historia humana de mucho esfuerzo.

APROVECHAR SU CHANCE

Y es que cuando el oriundo del cerro Esperanza dejó el fútbol (defendiendo a Unión La Calera), tuvo que trabajar atendiendo un quiosco de diarios ubicado en la avenida Pedro Montt para solventar a su familia y los gastos que le produjo el tener que derrotar un complejo cáncer.

"A veces en el fútbol se dan posibilidades sin pedirlas... yo no vengo con el serrucho ni nada por el estilo, solo estoy esperando mi oportunidad, y si llega ahora, bienvenida sea; si llega mañana, seguiré esperando, porque tampoco quiero que le vaya mal a nadie para asumir un cargo... así que mientras esto dure, sea uno, dos días, una semana o un mes, trataré de hacer las cosas de la mejor manera posible", apunta.

Junto a eso, sobre la participación de los evertonianos en la próxima Copa Chile, confía que con la gente de casa se puede hacer un papel importante, entendiendo que sería importante darle al grupo una fisonomía de juego que podría servir más tarde para el campeonato de Ascenso.

"Para mí no es la Copa Chile, para mí será la Champions League... porque me la voy a jugar como el torneo más importante que he enfrentado y voy a motivar a mis jugadores, porque yo estoy también muy motivado... vamos a pelear hasta el último punto, vamos a entrenar muy bien para clasificar y llevar al Everton lo más lejos posible", adelantó el novel adiestrador, quien rescata la experiencia de haber trabajado con Cristián Ochoa, Labruna y Acosta.

DAR EL GRAN PASO

"De todo uno saca cosas buenas, también hay experiencias de las otras, pero uno se queda con las cosas positivas... por eso siento que me tengo que empezar a formar como entrenador, ya que no puedo esperar toda la vida o ser ayudante siempre, quiero formar mi carrera y forjar mi futuro, se dé ahora o un poco más adelante", complementa Medina.

Así, el excontención siente que la capacidad y las ganas para asumir el desafío están, tal como en su momento ocurrió con Mario Salas, quien emigró finalmente a Barnechea, luego llegó con la Roja sub 20 a un Mundial y hoy trabaja en Huachipato, a quienes salvó del descenso. "La vida depara cosas que uno no sabe ni sospecha, pero si trabajas todos los días y tratas de hacer las cosas bien, finalmente siempre van a llegar las recompensas", asume "Carlitos", llamado así desde que debutó muy joven en el primer equipo de los viñamarinos y al que dejó en la temporada 2002 por problemas con dirigentes de la época.

Carlos Medina

Técnico de Everton