Los rebeldes sirios se atribuyeron un gigantesco atentado en el que hicieron estallar el lujoso hotel Carlton de Alepo, ubicado en pleno casco histórico de la ciudad y que estaba siendo usado por los soldados como base militar. Según los mismo supuestos autores del atentado, a causa de la explosión murieron al menos 50 soldados. Sin embargo, la cifra que fue rebajada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que informó de catorce fallecidos. La ONG destacó que el inmueble quedó completamente destruido por el estallido. A través de un tuit, el Frente Islámico, principal alianza opositora islamista, reivindicó el ataque y aseguró que medio centenar de militares perdieron la vida en él. Las autoridades sirias solo han confirmado que hubo una "enorme explosión terrorista", sin precisar el número de víctimas. Una fuente del Frente Islámico dijo que los insurgentes colocaron 30 toneladas de explosivos en un túnel bajo el hotel.