Durante casi dos meses, a mediados de 2013, un matrimonio viñamarino sufrió reiterados robos de dinero desde su departamento en el edificio Copacabana, ubicado en la avenida La Marina. El ladrón ingresaba sin dejar ningún tipo de rastro de violencia en la puerta de acceso o ventanas, por lo que de inmediato las sospechas apuntaron a un trabajador o residente del céntrico edificio.
Para salir de una vez por todas de las dudas, instalaron una cámara oculta al interior del departamento, la cual monitoreaban desde un computador personal. La sorpresa fue mayúscula cuando comprobaron que el autor de los robo era uno de los hombres de confianza del recinto, un conserje de 36 años que se apoderó de cerca de 450 mil pesos en efectivo. Además, existían al menos 5 denuncias de residentes por delitos del mismo tipo.
Con la contundencia de las imágenes, la Fiscalía de Viña del Mar llevó a juicio oral al imputado, logrando una condena a 7 años y medio de presidio efectivo por el delito de robo en lugar habitado. La defensa apeló al fallo y esta semana se conoció que la Corte Suprema anuló el juicio, acogiendo los argumentos de la defensa, respecto a que no existió flagrancia en la detención del imputado y se requería una orden judicial.
Ante la supuesta ilegalidad en el procedimiento, la investigación tendría un origen irregular.
Sin contar con los antecedentes del fallo del máximo tribunal, la comerciante afectada por el robo, Constanza Cuevas, no ocultó su decepción por la resolución. 'Me parece mal el fallo, el abogado defensor hizo su parte, que es lo único a que podían optar, pedir la nulidad del juicio. Iremos a juicio de nuevo, estoy dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias'.
La joven manifestó que no consideraba excesiva la pena a 7 años que se le había impuesto al extrabajador de su edificio, tomando en cuenta que 'tenía antecedentes por el mismo delito, así que me pareció bien el dictamen por parte del TOP de Viña del Mar, ya que no se le podía dar una pena más baja'.
El acusado permanecía con arresto domiciliario total a la espera de la ratificación de la sentencia, sin descartar que la Defensoría solicite la modificación de la medida cautelar mientras se fija la fecha para nuevo juicio oral.
Durante los primeros meses tras su detención, el 17 de junio de 2013, por parte de la Policía de Investigaciones de Viña del Mar, Marcelo Fernández Jorquera permaneció en prisión preventiva.
'Entiendo que la resolución se basa en un mal procedimiento por parte de la PDI. No me explicó cuál fue el mal procedimiento, puesto que se argumentó que no hubo flagrancia, pero entiendo que la flagrancia se configura hasta 12 horas después de ocurrido un delito. En este caso, el sujeto ingresó a robar a las 6 y se le detuvo a las 8, eso ya me genera dudas. Se dice que se detuvo sin la correspondiente autorización, pero los detectives se comunicaron con el fiscal, quien solicitó que se le detuviera. En base a toda esa información es que se logró esclarecer el hecho', explica Cuevas.
La instalación de la cámara de seguridad fue clave para identificar al autor de los reiterados robos. Si bien residentes de otros departamentos del mismo edificio también sufrieron delitos similares, no lograron reunir evidencias que inculparan al mismo sujeto como autor de estos ilícitos.
'El video que nosotros registramos de los robos fue lo que más no ayudó en el juicio oral, ya que, de lo contrario, no hubiesen tenido mayores pruebas. A mí la pena me da lo mismo, pero si él cometió un error tiene que pagar, basado en los antecedentes que tiene por los mismos delitos, la Fiscalía concluyó que esa era la pena que le correspondía', argumentó la víctima, mientras espera el nuevo juicio.
Alexis Paredes R.
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