China convocó al embajador estadounidense en Beijing para protestar formalmente por las acusaciones de ciberespionaje presentadas por Washington contra cinco militares chinos.
El viceministro de Exteriores, Zheng Zeguang, llamó al embajador Max Baucus como reacción a las acusaciones presentadas el pasado lunes por el fiscal general estadounidense, Eric Holder, quien aseguró que los cinco militares chinos habían llevado a cabo espionaje industrial.
El portavoz del ministerio, Qin Gang, rechazó las acusaciones y aseguró que China es una víctima del espionaje estadounidense y no al revés. 'China es una víctima del robo cibernético, el pinchazo telefónico y las actividades de vigilancia estadounidenses', afirmó Qin.
Holder anunció acusaciones de espionaje contra cinco miembros del Ejército Popular Chino destinados en Shanghai.
Cargos 'ficticios'
Qin respondió que los cargos son 'ficticios, extremadamente absurdos' e informó que Pekín suspendía las actividades en el grupo de trabajo conjunto sobre ciberseguridad debido a la 'falta de sinceridad' por parte de Washington.
'Gran cantidad de información hecha pública muestra que importantes instituciones estadounidenses han estado llevando a cabo intrusiones cibernéticas, pinchazos telefónicos y actividades de vigilancia contra departamentos del gobierno chino, instituciones, compañías, universidades e individuos', enfatizó, e hizo un llamado a EE.UU. para que 'corrija de inmediato sus errores y retire la acusación'.
Holder dijo el lunes que el espionaje de EE.UU. solo sigue objetivos de seguridad nacional y nunca se hacía por motivos económicos. El Departamento de Justicia acusó a los hackers chinos de entrar en las computadoras de la mayor acerera, la mayor constructora de plantas nucleares y otras organizaciones de EE.UU.
Washington apuesta por el diálogo y por relaciones constructivas y productivas con Pekín, según el portavoz, Jay Carney, quien rechazó las comparaciones con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y aclaró que en ese caso se trataba de la seguridad nacional, mientras que el ciberespionaje de los chinos perseguía objetivos económicos.