Más por una necesidad de abaratar costos en un momento complicado en lo económico para la institución tras el descenso a Primera B que por convicción, en Everton se ha optado por enfrentar la Copa Chile con un contingente plagado de juveniles y futbolistas formados en la cantera oro y cielo.
Las únicas excepciones, en un plantel que además dirige el jefe técnico de cadetes, Carlos Medina, son los argentinos Gustavo Dalsasso y Maximiliano Ceratto. Y la apuesta ha dado resultado.
Los oro y cielo consiguieron anoche su segundo triunfo en el certamen al superar en Valparaíso a una Unión La Calera que tendrá muchos problemas para mantenerse en la serie de Honor, al menos si sigue mostrando lo mismo de ayer.
Porque aunque los cementeros partieron ganando gracias a un penal (mano de Velásquez) convertido por Paulo Rosales a los 15 minutos, no tuvieron los argumentos para imponerse a un conjunto oro y cielo que, tal como ocurrió ante San Felipe, se mostró ansioso e impreciso durante los primeros minutos.
Los desbordes de Joao Ortiz llevaron algo de peligro al área de Dalsasso, pero por el centro no hubo nadie que la mandara al fondo de las redes. Fue así que en el arranque del segundo tiempo los locales lograron la paridad, a través de una jugada fortuita, porque el remate de Camilo Ponce pegó en el defensa Mario Berríos y eso desacomodó al portero de los rojos, Juan Marcelo Ojeda.
Esa paridad trajo calma y permitió que los viñamarinos subieran su nivel, al punto que a los 71' y tras un centro de Nicolás Peñailillo, el juvenil Álvaro Madrid pusiera el 2-1 con un remata arrastrado y cruzado que dejó sin opción al golero rival.
El oriundo del cerro Barón había ingresado en el inicio del complemento y ratificó en parte la calidad que insinuó jugando en cadetes.
Después de eso, los caleranos no tuvieron grandes opciones de equiparar el marcador y las dos apuestas finales de Medina (Javier Faúndez y Carlos Retamales) le permitieron al equipo dueño de casa mantener un buen ritmo de juego y seguir distribuyendo de mejor manera las aproximaciones al arco contrario.
Sin llegar a ser un equipo que ahoga por su vocación ofensiva, Everton es líder y ha logrado sumar dos victorias que generan cierta esperanza de que este grupo pueda ser una buena base del plantel que jugará el torneo oficial de Ascenso. Aquello tendrá que ser ratificado el sábado, cuando los auriazules enfrenten un desafío mucho más complejo de lo que fueron sus anteriores rivales: Unión Española.
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