Proyecto de hotel Punta Piqueros en Concón llega a etapa final de tramitación ambiental
BORDE COSTERO. Iniciativa inmobiliaria está cerca de superar observaciones entregadas por diversos servicios públicos.
francisco farías
Aun año del fallo de la Corte Suprema que le exigió un proceso de tramitación ambiental, la inmobiliaria Punta Piqueros está ad portas de superar esta etapa para materializar la construcción de un hotel cinco estrellas en el borde costero de Concón.
Y pese a contar con el apoyo del sector comercial y turístico de Concón, el proyecto enfrenta la oposición de grupos de vecinos y organizaciones dedicadas al patrimonio, que critican el uso e impacto del peñón rocoso Punta Piqueros, así como los efectos que la infraestructura hotelera tiene en el paisaje y los recursos marinos.
Durante la tramitación, la inmobiliaria enfrentó varias objeciones puestas por servicios como la Dirección General de Aguas, las seremis de Medio Ambiente y Obras Públicas y la Gobernación de Valparaíso.
Sin embargo, los reparos más relevantes provinieron de la seremi de Salud, que mediante un oficio exigió al gestor del proyecto claridad sobre el plan de mitigación de emisiones y destino de los desechos durante el periodo de construcción. Además, advirtió falencias en el plan de evacuación del recinto ante eventuales tsunamis. Ante dichas objeciones, Punta Piqueros presentó dos informes complementarios con respuestas -que técnicamente reciben el nombre de adenda-, donde ajusta algunos procedimientos y aclara aquellos puntos demandados por los servicios y las autoridades.
por otra parte, persisten los reparos de Salud frente al plan de evacuación ante tsunamis presentado por Punta Piqueros, aunque la inmobiliaria modificó su propuesta original.
En su Adenda, Punta Piqueros expone que el plan de evacuación considera que 'el nivel +3 del edificio (el cual se encuentra sobre los 30 metros sobre el nivel del mar) será considerado como refugio temporal para la evacuación, el que será utilizado como tránsito para las personas que se dirijan a la Zona de Seguridad en la Terraza del nivel +4'.
Pese a ello, la seremi de Salud emitió un pronunciamiento el 5 de mayo, donde insiste en que 'se deja constancia que existen temas en la evaluación que a pesar de no ser de competencia sectorial directa de esta Seremi de Salud, se debe consignar que existen dificultades de emplazamiento, de acceso a las vías de evacuación, tiempos de respuestas no estimados para los desplazamiento de las personas y de los Servicios de urgencia y emergencia, que convierten al lugar, y sector vulnerable'.
En ese escenario, la directora (s) regional del Servicio de Evaluación Ambiental (SEIA), Esther Parodi, pidió a la seremi de Salud que 'informe si el proyecto en cuestión cumple con la normativa de carácter ambiental de su competencia'.
La autoridad sanitaria tenía plazo hasta el viernes 23 de mayo para entregar dicho informe. Posteriormente, el SEIA debe llevar los antecedentes del proyecto a la aprobación del Comité de Evaluación Ambiental. Con dicho visto verde, la inmobiliaria puede reanudar las obras.
Desde la Inmobiliaria Punta Piqueros destacaron la conformidad expresada por 9 servicios y seremis con las últimas presentaciones del proyecto, pero declinaron referirse a los plazos que enfrenta la iniciativa, ya que dependen del SEIA.
Una visión distinta expusieron desde el Comité de Defensa para el Patrimonio, organización que impugnó judicialmente el proyecto y logró que la Corte Suprema obligara a un trámite ambiental. Desde dicha instancia advierten que la inmobiliaria no respondió las dudas sobre la respuesta ante una emergencia -terremoto, tsunami o incendio-, y afirman que el proyecto daña de forma irrecupereable del peñón Oreja de Burro, que consideran forma parte de la zona declarada como Santuario de la Naturaleza.
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