El secretario de Estado norteamericano para Asuntos de Veteranos, Eric Shinseki, presentó su dimisión al Presidente Barack Obama en un encuentro en la Casa Blanca, tras un escándalo por la muerte de numerosos veteranos de guerra.
Obama dijo que aceptaba la renuncia 'con un gran pesar' y añadió que Shinseki renunció después de presentar un análisis de las instalaciones para los veteranos de guerra, que estableció que se cometían infracciones en muchos lugares, lo que fue descrito como 'completamente inaceptable' por el Mandatario.
Según informaron medios locales, muchos veteranos no lograban obtener tratamiento médico, e incluso 40 murieron mientras esperaban recibirlo.
'Nuestros veteranos merecen lo mejor. Se lo ganaron', dijo el Presidente. 'La semana pasada dije que si encontrábamos malas conductas serían castigadas, y lo decía en serio'.
Antes del encuentro con Obama, Shinseki había anunciado planes para enmendar los problemas y Obama destacó que al hacerlo, el político asumía su responsabilidad.
Shinseki fue jefe del Estado Mayor del Ejército y sirvió en Vietnam. Obama lo elogió por su conducción mientras se hacían 'inversiones récord en los veteranos' en momentos en que iban concluyendo las guerras de Afganistán e Irak.
Obama designó a Sloan Gibson, actualmente subsecretario para Asuntos de los Veteranos, para reemplazar a Shinseki hasta que se nombre a otro titular.
Varios miembros del Congreso habían pedido la renuncia de Shinseki. Las investigaciones habían generado serias dudas sobre su cartera debido a que, entre otras cosas, se temía que cientos de registros de veteranos que necesitaban atención médica habían sido 'olvidados o perdidos' en el sistema.
La investigación también reveló que en un hospital de Phoenix, al menos 1.700 veteranos que esperaban ver a un médico nunca recibieron un turno.