Escala telescópica de Bomberos Viña del Mar alcanza 'como mucho' a ocho o nueve pisos
recursos. Superintendente Fernando Recio plantea inquietud por falta de recursos para combate de incendios en altura.
MIGUEL CAMPOS
Con aportes del Gobierno Regional a través de proyectos, Bomberos de distintas comunas de la Región Metropolitana han logrado la compra de diez carros para emergencias en altura en los últimos cinco años. En la Región de Valparaíso no se ha adquirido ninguna unidad de esa clase en los últimos 20 años, a pesar de que el núcleo Viña del Mar-Concón es el que concentra la mayor cantidad de edificios de más de cinco pisos en el país después de la capital.
Esa es la realidad que describe el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Viña de Mar (CBVM) Fernando Recio, quien estima que las dos comunas a las que atiende la institución totalizan alrededor de 800 inmuebles de más de cinco pisos, que aun cuando no caben en la categoría de edificios de altura establecida por la norma de urbanismo y construcciones -sobre siete pisos- sí presentan problemas para el control de las emergencias, tanto para el rescate de personas como para el traslado del agua desde el primer piso hacia arriba.
Pero para enfrentar emergencias en altura, la escala mecánica del CBVM, que data de comienzos de los 90, sólo alcanza 32 metros de desarrollo -unos 8 o 9 pisos- y presenta varias limitantes operacionales por continuas fallas que la dejan reiteradamente fuera de servicio.
El aumento sostenido de la construcción de altura desde los años ochenta, con desarrollos no sólo en el plan de la ciudad, sino que en zonas de cerros y con fuertes pendientes, lo que agrega dificultades al acceso de Bomberos, plantea demandas adicionales a la labor de los voluntarios.
'Creo que en general hoy se respeta la normativa de protección contraincendios en los nuevos edificios, pero hay problemas en los más antiguos, muchos de los cuales carecen de las mínimas medidas de seguridad, no obstante es de suma importancia que en aquellos que los tienen los equipos y elementos de seguridad se mantengan y las comuneros se organicen y participen activamente de los planes de emergencia y evacuación, lo que sin dudas ayudará a salvar vidas', sostiene Fernnado Recio.
Dice que para controlar un siniestro de altura no hay limitación para acceder hasta los pisos más altos antes por el interior del edificio, salvo el tiempo y esfuerzo físico que ello demanda, la calidad de los accesos interiores y las dificultades propias de trabajar en emergencias.
'El problema lo tenemos en materia de rescate y apoyo al combate del fuego en este tipo de emergencia, pues nuestra escala telescópica alcanza con mucho a 8 o 9 pisos dependiendo de las limitaciones externas, tales como cables de energía eléctrica, existencia de piletas, jardines, estacionamientos, etc., que van limitando su alcance, además de la antigüedad del equipo, que no siempre está en servicio, lo que conspira para las acciones de rescate'.
El superintendente del CBVM plantea que la institución está en buen pie de preparación técnica para combatir este tipo de siniestros.
'Nuestro personal desde comienzos de los 80 se somete a preparación teórica y práctica en esta especialidad. A través de nuestro departamento del ramo se capacitan anualmente unos 25 bomberos en esta materia, además de ser tema anual de instrucción en las diversas compañías', señala y destaca que en los últimos dos años cuatro integrantes de la Séptima Compañía participaron en un curso de combate de incendios de altura en el Cuerpo de Bomberos de Houston, Estados Unidos, incluyendo pasantías en compañías de ese Cuerpo'.
No obstante, agrega el jefe bomberil, 'existe falta de algunos elementos especiales para la búsqueda de personas al interior de los edificios, como es el caso de cámaras térmicas que permiten ver entre el humo y detectar personas, cuyo valor es del orden de los diez millones de pesos cada una y debiéramos tener una por compañía, es decir se requieren para ello unos noventa millones o un colchón de rescate cuyo precio es muy caro'. Eso, sin considerar el material mayor que tanto necesitan.
El problema es de recursos. 'Nosotros somos voluntarios y el Estado nos asigna recursos del orden del 50 al 55% del gasto operativo real, el Cuerpo de Bomberos requiere recursos por un poco más de $530 millones al año solo para operar y recibimos $280 millones. Es decir, estamos obligados a tener que generar unos $250 millones vía campañas, rifas y aportes municipales entre otros'.
Además, recalca Recio, 'sólo se nos asignan $90 millones de pesos para inversión al año, y un carro telescópico de última generación cuesta entre $500 y $800 millones dependiendo de sus características', por lo cual se requiere el apoyo de variados estamentos públicos para obtener vía presentación de proyectos, los fondos concursables necesarios para contar con este tipo de unidades especializadas.
'Considerando que cubrimos el sector sur y norte de las comunas que están bajo nuestra jurisdicción y que alcanzan hoy a unos 370.000 habitantes y casi 150.000 viviendas, deberíamos tener dos carros de altura, uno en Viña del Mar y otro en Reñaca-Concón, además de contar con al menos unas cuatro cámaras térmicas', señala en relación al equipamiento con que se sentiría tranquilo o al menos aliviado.
Independientemente del equipamiento que requieren, a Bomberos también le preocupa la llamada 'carga de fuego' existente en los edificios.
El superintendente expone que la carga de fuego corresponde a los elementos que están en el interior de cada edificio y que alimentan el fuego, como terminaciones, pisos de madera, cables, muebles, alfombras, cortinas, vestuario etc., 'es decir, todo lo que está o ponemos dentro del edificio'.
Piensa que falta mucha conciencia entre los ocupantes de los edificios, especialmente en lo relacionado con el uso de calefactores o estufas a gas licuado o parafina, las cuales se prohíben en edificios de altura; la acumulación de elementos de aseo o limpieza, los cartones y cachureos diversos en las vías de evacuación, etc.
¿Los habitantes de los edificios están preparados para enfrentar emergencias como los siniestros? ¿Existe conciencia al respecto? Fernando Recio opina que hay bastante más que antes, 'pero falta mucho aún, los vecinos de los edificios deben participar de simulacros organizados por su administración, deben organizarse y conocer a sus vecinos, saber quiénes tienen limitaciones físicas y por sobre todo, conocer y acatar las instrucciones del plan de evacuación'
El CBVM presta colaboración o asesoría a comunidades de edificios de altura que están interesadas en hacer ejercicios de evacuación. 'Tenemos un Departamento de Prevención de Incendios a cargo de profesionales prevencionistas de riesgo que están especializados en esta materia, son funcionarios del Cuerpo de Bomberos que dedican su trabajo a la prestación de servicios y asesorías en estas materias a la empresa privada, comunidades de edificios a preparar planes de evacuación y a brindar asesorías en materia de organización a las comunidades'.
Después de la tragedia de Valparaíso, su visión es crítica respecto de la preparación de la comunidad en general para prevenir y actuar frente a emergencias como incendios en edificios de altura.
'En Chile lamentablemente no aprendemos de los golpes de la naturaleza. Basta ver que se están reconstruyendo las viviendas quemadas en las mismas zonas de riesgo, donde no se han ampliado los accesos para los vehículos de emergencia, donde no se respetan las normas de planificación urbana. Esto es ciertamente preocupante y la tragedia de Valparaíso debiera enseñarnos a que la gran solución es la prevención y que debemos adelantarnos a la ocurrencia de las emergencias, si una zona es forestal no se debe permitir viviendas, si la zona es industrias peligrosas entonces no podemos permitir escuelas o colegios en su alrededor'.