El Puerto le dijo adiós a un ídolo: Moisés Villarroel
fútbol. Destacado jugador wanderino dejó ayer en Playa Ancha de manera oficial la actividad.
fotos por miguel campos
Fuerza, garra y corazón. Esas fueron las condiciones que mejor caracterizaron a Moisés Villarroel como futbolista y que lo elevaron a la categoría de ídolo de Santiago Wanderers. Por eso, en su despedida de la actividad después de casi 20 años de carrera no podía faltar nadie.
Al estadio 'Elías Figueroa' llegaron algunos de sus entrenadores y compañeros, pero también un contingene de público cercano a las cinco mil personas, que durante la tarde no dudaron en desafiar el frío, la lluvia o la humedad para estar en el último partido oficial del querido 'Villita'.
Nadie se quiso restar y la jornada, pese a las amenazantes nubes que cubrían el cielo playanchino, salió perfecta para el ahora excapitán del Decano, que también se dio el gusto de dejar huella en la Selección Chilena y en Colo Colo.
De hecho, el forestalino era el último futbolista en actividad que quedaba del equipo que jugó el Mundial de Francia '98. Por eso, el entrenador de esa escuadra, Nelson Acosta, fue uno de los asistentes a la emotiva jornada.
También llegaron algunas de las piezas más importantes del elenco que alcanzó los octavos de final del certamen galo; el goleador Marcelo Salas, el motor del equipo, José Luis Sierra, y los defensas Pedro Reyes, Javier Margas y Francisco Rojas.
Algunos de ellos integraron el equipo de 'Amigos de Moisés', en un amistoso que se jugó como plato de fondo de todos los homenajes que se le hicieron al carrilero que en el conjunto porteño partió jugando como delantero.
A este contingente se le sumaron otros excolegas y futbolistas de Colo Colo, incluído el técnico Claudio Borghi. Lucas Barrios, Rodrigo 'Kalule' Meléndez, el colombiano Giovanni Hernández, Gonzalo Fierro o Jaime Valdés también dijeron presente, integrando un equipo que usó camiseta blanca y que enfrentó a un combinado de actuales y antiguos jugadores de Wanderers, como David Pizarro, Pablo López, Jaime Riveros, Rodrigo Núñez, Rodrigo Pérez o Claudio 'Diablo' Núñez.
Así, si algún fanático del elenco caturro había soñado alguna vez con ver juntos a Jorge Ormeño, Villarroel, Pizarro y Riveros, ayer en el recinto de avenida Carvallo se pudo dar ese gran gusto.
¿El resultado?, los porteños, que usaron tricotas verdes listadas, se impusieron por 6 goles a 4, con una destacada actuación de Carlos Muñoz, que aportó con tres anotaciones.
La última conquista, como todos en el estadio esperaban, fue del forestalino, quien en los últimos minutos también disfrutó del hecho de jugar contra su hijo mayor, Martín. El muchacho de apenas 12 años dejó bien parado su apellido al impedirle con vistosa 'trancada' anotar un tanto a su progenitor.
Luego, en la vuelta de mano preparada, Moisés derribó a Martín en el área para que el árbitro Jorge Osorio le mostrara una tarjeta roja que dio por finalizado el encuentro, iniciándose en el marcador la proyección de un video que desató el llanto del futbolista. Y es que además de las sentidas declaraciones de amigos y compañeros de profesión aparecieron la madre de Villarroel, Ana Ayala, y su esposa, Katherine Robles.
'Es muy difícil contenerse de las emociones en un momento en que uno vive de todo... hay nostalgia, porque pasé gran parte de mi vida en el fútbol y ahora saber que esto ya no continua más a nivel profesional es emocionante', aseguró el ídolo porteño, agregando que 'compartir mis últimos momentos en cancha con mi hijo y con todas mis amistades es muy lindo. Todos esperaban un gol mío, pero la guinda de la torta fue la expulsión, me voy muy satisfecho con todo lo que conseguí como jugador y todas las amistades que pude crear a lo largo de mi carrera'.
Aunque se pensaba que por culpa de las precipitaciones podría llegar muy poca gente al estadio playanchino, finalmente la asistencia de público dejó conformes a los organizadores. Villarroel también destacó el cariño mostrado por los colegas que tuvo en los 19 años en que alcanzó a jugar al fútbol.
'Me pone demasiado contento saber que hay compañeros que hicieron el esfuerzo, a pesar de la condición climática, de querer venir a acompañarme en esta ocasión tan especial. Que todo haya salido como me lo imaginé en algún momento me pone feliz', contó un todavía emocionado Villarroel.
Junto a eso, no se olvidó de la estrecha relación que guardó con algunas personas que lo ayudaron mucho en su carrera deportiva, como el exportero del Decano, Juan Olivares. También tuvo palabras para agradecer el cariño de los hinchas, por lo que decidió volver desde Colo Colo incluso cuando el equipo se encontraba en el ascenso.
' La hinchada no tiene nada que agradecerme, porque uno cuando nace wanderino y juega en esta institución que uno ama tiene que entregarse de la forma que uno lo siente y era mi obligación',sentenció.
Además, el lateral diestro aclaró que 'seguir ligado al club ya no depende de mí, depende de los dirigentes, ellos en un principio me ofrecieron un cargo en la institución, pero aún no nos sentamos a definir cuál será, me imagino que si ellos quieren contar con mis servicios para lo que viene en el área formativa en algún momento tendremos que conversarlo', puntualizó.
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