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La selección de Brasil y el Mundial donde el balón le pesará el doble

fútbol. Los locales arrastran el fantasma del 'Maracanazo' y quieren sacudirse de las presiones en el debut.

EFE/Marcelo Sayão

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No debe ser fácil para Brasil vivir su propio Mundial. No solo porque lo disputa en tierra propia, con toda la expectativa que ello genera en su gente, sino porque además le es inevitable recordar el mítico Maracanazo del 50', cuando el 'Scratch' perdió la final, en su casa, ante Uruguay.

Esa es la herida más grande en la historia del fútbol de ese país, esa que el dramaturgo brasileño Nelson Rodrigues tachó como 'nuestra catástrofe nacional, nuestro Hiroshima'. Y cada uno de los jugadores del actual plantel lo saben. El objetivo es la final, ganarla y convertirse en héroes. De lo contrario, están llamados a ser condenados. Así de simple.

En el norte, a un día del debut, asoma Croacia. Y la gran inquietud del técnico Luiz Felipe Scolari es saber cómo se comportará su equipo, un plantel que de sus 23 elementos, 17 disputan su primer Mundial. ¿Pesará la inexperiencia en este tipo de lides pese a la racha de 16 partidos ganados en línea?

lo que está en juego

Los jugadores saben que se juegan mucho. 'Debemos ser conscientes de la importancia de conquistar tres puntos en el primer partido, porque un empate o una derrota puede complicarnos. Estoy seguro de que la hinchada entiende la situación, de que nos apoyará y entenderá que, si ganamos por 1-0, será como una goleada', afirmó el delantero Bernard.

Su compañero en ataque, Fred, aclaró que la tensión existe, pero a la vez, es lo que motiva al jugador: 'Cuando escuchamos el silbido inicial, todo pasa. El peor momento es la víspera, porque la pasas todo el día pensando en el partido'.

'A medida que se acerca el momento, la ansiedad va en aumento. Por suerte, tenemos a jugadores experimentados que nos ayudarán a soportar la presión. Pero está claro que este es un Mundial diferente, incluso para ellos, porque la Copa es en Brasil', sostuvo el ariete Jo.

Neymar, uno de los llamados a ser figura en Brasil, soñó siempre con ser parte de la selección de su país. 'Era mi sueño de la infancia y aquí estoy. Tengo la 10 en la camisa, jugaré la Copa del Mundo y en mi país. Pero no lo veo como presión. Yo y el resto del equipo tenemos que estar orgullosos de entrar en el campo.'

Claro que en el equipo los más veteranos aplican técnicas para calmar esa ansiedad. O al menos tratan. Ese es el caso de Dani Alves, que sigue los consejos de su extécnico en el Barcelona, Josep Guardiola.

'Yo aprendí de un gran maestro, Guardiola. Debemos evitar el desgaste hasta que llegue el momento de actuar, o sea, hasta la hora del partido. Mi subconsciente sabe que jugaré un partido importante, pero recién empezaré a concentrarme en el vestuario. Así, evito el desgaste mental, que no es beneficioso', aclaró.

las LESIONES

Otro es el tema de las lesiones. Bien lo sabe Scolari, que pasó tamaño susto en el entrenamiento del lunes cuando Neymar cayó al suelo con un dolor en el pie derecho.

'Tengan cuidado de no lastimarse, por amor de Dios!', clamó el estratega.

Es que las deserciones de grandes jugadores ha sido la tónica en la previa, entre ellas la del francés Franck Ribery, el alemán Marco Reus y el colombiano Radamel Falcao.

'Ante las numerosas lesiones que ocurrieron antes de la Copa, uno se asusta un poco, hay temor a que uno vea sepultado el sueño de disputar un Mundial', admitió el defensa Dani Alves.

En el último entrenamiento de Brasil antes de viajar ayer a Sao Paulo, donde mañana jugará el partido de inauguración del Mundial 2014 ante Croacia, el seleccionador Luiz Felipe Scolari alineó a su 11 habitual para un partido de fútbol reducido. Pero luego lo modificó, pasando a Ramires al primer equipo en detrimento de Oscar.

Neymar, Dani Alves y David Luiz entrenaron penales con Jefferson en la portería, mientras que William probó disparos con ambas piernas, mientras Hulk, el delantero que marcó en el entrenamiento, fue el primero en retirarse al vestuario, decisión que tendría más que ver con una medida de precaución que a una preocupación por su real estado.

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Niko Kovac, el entrenador que le cambió el 'chip' a los croatas

fútbol. El exjugador mundialista ahora está a la cabeza de su selección.

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Curiosamente, Niko Kovac no fue parte de ese glorioso combinado de Croacia que logró el tercer puesto en Francia '98... todo por una rebelde lesión. Pero su presencia como jugador en Corea-Japón 2002 y Alemania 2006, además de capitanear a Croacia en las Eurocopas de 2004 y 2008 fueron razón más que suficiente para que la Federación de su país le encomendara la misión de dirigir a la actual selección. Se reencuentra así con un Mundial, ahora como DT, ocho años después.

El entrenador más joven en Brasil 2014, con 42 años, asumió el cargo en octubre del 2013, antes de la repesca mundialista ante Islandia, y es de los pocos sobrevivientes del combinado que se midió al Brasil de 2006 (derrota por 1-0 con gol de Kaká).

Su trabajo se basa en el factor mental, ese que le permitió sacudir de la modorra a un equipo que antes de su llegada había encadenado un empate y tres derrotas y ponía en peligro su clasificación a la magna cita. Cambió el 'chip' del plantel y cumplió el objetivo de llevarlo a Brasil.

Es tal su convicción que de cara al partido inaugural de mañana, ante el anfitrión, asegura 'saber cómo jugarle'. 'Estamos dispuestos, tengo la idea concreta sobre cómo jugaremos contra Brasil. Ellos tienen laterales fuertes y rápidos, pero en nuestra selección es difícil quitarle la pelota a (Luka) Modric, (Mateo) Kovacic, (Ivan) Rakitic, e incluso a (Marcelo) Brozovic, que juega muy, muy bien', añade. El de mañana será el segundo choque entre ambas selecciones a nivel oficial (el otro fue un amistoso en agosto de 2005 con empate). Y Kovac tiene todas las ganas de torcer la historia: 'Ellos han ganado los últimos 16 partidos, pero tenemos tácticas para poner en marcha'.