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Arremetida del ejército yihadista amenaza con desmembrar a Irak

ofensiva. Presidente de EE.UU., Barack Obama, evalúa apoyo militar para detener el avance del grupo pro Al Qaeda.

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El ejército de Irak intenta frenar la ofensiva de los yihadistas, que controlan importantes zonas del norte del país en su avance hacia Bagdad, mientras la parálisis política impidió al Parlamento decretar el estado de emergencia.

En la ciudad de Tikrit, ubicada a 160 kilómetros al norte de la capital, aviones militares bombardearon posiciones de los insurgentes suníes, como los palacios que han ocupado y que pertenecieron al difunto dictador Sadam Hussein.

Tikrit, localidad natal de Sadam, está en manos de los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) desde el miércoles.

El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvo que su equipo de seguridad nacional está evaluando 'todas las opciones' acerca de cómo responder al avance de los milicianos islámicos en Irak.

'No descarto nada', señaló el Mandatario norteamericano, quien declaró que la situación en Irak es una clara emergencia. Asimismo, instó al gobierno iraquí a elaborar una solución política.