Ucrania acusó ayer a Rusia de permitir que rebeldes prorrusos ingresaran a través de la frontera tres tanques y otros vehículos militares hacia el este ucraniano para luchar contra el ejército de Kiev. La evidencia de que Moscú está enviando armas o ayudando militarmente a los rebeldes involucraría a Rusia en la revuelta contra los líderes ucranianos pro-occidentales, desmentiría la negativa de Rusia de haber tenido participación en semanas de confrontación. El ministro de Interior de Ucrania, Arseny Avakov, evitó en declaraciones acusar directamente a Moscú de enviar los tanques, pero dejó en claro que hacía responsable al presidente ruso, Vladimir Putin, por incumplir su promesa de ajustar los controles fronterizos entre ambos territorios. Moscú ya ha sido sancionada por EE.UU. y la Unión Europea por su supuesta injerencia en la crisis y podría enfrentar más castigos. La confirmación de este hecho elevaría lo que ya es la mayor tensión entre Moscú y Occidente desde la Guerra Fría.