Se acerca el vencimiento de la prórroga que congeló la construcción en altura en Valparaíso y aumenta la preocupación de las autoridades para frenar diversos proyectos inmobiliarios, como los 26 edificios que se quieren construir en el histórico Barrio O'Higgins.

Para el consejero regional Manuel Millones, la única forma de paralizar la iniciativa es exigir la máxima rigurosidad en la aprobación del Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU) que requiere la polémica iniciativa, el cual ya fue entregado por la empresa a cargo.

Debido a la capacidad de carga vial de las obras, que contemplan la construcción de 989 estacionamientos, aumentando de manera significativa el parque automotriz en una zona saturada de vehículos como la subida Washington y la avenida Argentina, la inmobiliaria debiese implementar medidas de mitigación que consideren el caos vial que se producirá en ese nudo vial de Valparaíso.

'La empresa podría construir el edificio, pero si no tiene aprobado el EISTU no puede funcionar. Los servicios públicos deben exigir medidas de mitigación adecuadas, hablamos de un soterramiento de terrenos en la avenida Argentina, una rotonda o una vía elevada. Esto sin duda requiere una cuantiosa inversión, sería impensable que los organismos a cargo aceptarán migajas', indicó.

El presidente de la comisión de ordenamiento territorial del Core agregó que dado el retraso del Plan Regulador Comunal del Puerto, el EISTU sería la única vía para frenar el proyecto.

El congelamiento de permisos prohíbe construir edificios de más de 10,5 metros de altura, lo que equivale a unos 4 pisos; sin embargo, justo antes que la medida entrara en vigencia, algunos proyectos ingresaron a tramitación para obtener los permisos municipales. Al margen del nuevo plan regulador comunal que una empresa consultora desarrolla desde mayo de 2013, y que todavía debe sortear diversas etapas burocráticas, la municipalidad de Valparaíso se encuentra trabajando en modificaciones a la normativa de ordenamiento territorial vigente, para así evitar la irrupción de los edificios de altura a partir del 4 de septiembre.

El 4 de septiembre del año pasado, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo autorizó la postergación de permisos de construcción en altura en algunos sectores de Valparaíso, luego que la municipalidad local se lo solicitara debido a las protestas ciudadanas para evitar que se levanten grandes torres en el anfiteatro natural que existe en los cerros porteños.

El 4 de diciembre de 2013 la restricción fue extendida hasta el máximo legal, establecido en un año, y para que esa fecha se cumpla faltan menos de tres meses. Así, el 4 de septiembre próximo, podría abrirse el flujo de solicitudes de las empresas inmobiliarias que desde hace algún tiempo vienen mostrando interés en desarrollar proyectos en la parte alta de la Ciudad Puerto.

Según Miguel Dueñas, jefe de Asesoría Urbana del municipio porteño, se trata de la 'ampliación de algunos sectores de la zona de conservación histórica', específicamente en los cerros Placeres, Esperanza, Mariposas, la parte alta del Barón, además del barrio O'Higgins, Ramaditas y cerro Delicias.

El problema surge al revisar los aspectos restantes del citado proceso, versus el escaso tiempo que queda para que finalice la postergación de los permisos de edificación en altura. Sobre el particular, Dueñas reconoció que 'sigue el trámite normal de una modificación al plan regulador, no más'.

Aunque el funcionario municipal confía en que 'no tendremos problemas para aprobar estas modificaciones', al mismo tiempo reconoce que el reducido equipo que impulsa la iniciativa difícilmente conseguirá acabar la faena a tiempo. 'Estamos más o menos apurados', admite.

El camino burocrático de los cambios al plan regulador se cumplió el pasado 12 de junio con una audiencia pública para comunicar a los vecinos sobre el proyecto. Tras eso, el asunto debe ser programado y tratado por el Consejo comunal de organizaciones de la sociedad civil, también para informar los alcances de las modificaciones previstas.

Más adelante la iniciativa debe ser expuesta públicamente, durante un mes, para que la ciudadanía exponga observaciones fundamentadas. El trámite continúa en el concejo municipal instancia en la que debe ser aprobado para que finalmente el documento llegue al Ministerio de Vivienda para que se dicte su resolución y publicación en el Diario Oficial.

Marco Meza, dirigente del 'Movimiento en Defensa de los Parques del Barrio O'Higgins', recordó que tres días antes de que el congelamiento de los permisos de edificación en altura se publicara oficialmente, 'entra un proyecto a la municipalidad para hacer 26 edificios en la zona de los parques que nosotros estamos defendiendo', argumenta.

Este caso se encuentra en la Contraloría Regional, aún sin pronunciamiento. A su juicio, con esto las autoridades municipales demuestran que 'tienen interés flancos respecto al quehacer inmobiliario. Eso nosotros ya lo sabemos; lo mismo que el señor (Matías) Avsolomovich que era seremi de Vivienda en la antigua administración porque ellos se tiraron la pelota unos con otros, entre la exdirectora de obras, la señora Adriana Germain y él'.

Para Meza, lo que podría ocurrir a partir del 4 de septiembre complementa la decepción del movimiento ciudadano respecto de las autoridades, porque 'pareciera que no hay posibilidad de rescatar a Valparaíso de las garras de las inmobiliarias'.

Arturo Michell, miembro de la Coordinadora en Defensa de las Ciudades Puerto, 'una vez más se ha vuelto a engañar a la ciudadanía porteña'. A su juicio, es necesario que la población se movilice porque 'si la gente no reacciona, entonces vamos a estar llenos de torres de altura en Valparaíso y se va a modificar el anfiteatro'. Michell también culpó a las autoridades por no haber reaccionado a tiempo y permitir el avance inmobiliario sin una regulación adecuada.

Por su parte, la presidenta de la Junta de Vecinos N°118 del cerro Delicias, Andrea Silva, manifestó que pese a estar tranquilos y confiados en los trámites que realiza la Municipalidad, se reunirán prontamente para definir nuevas acciones de manera de seguir visualizando el tema y así sensibilizar a los vecinos de Valparaíso para que consideren las consecuencias que traen este tipo de proyectos inmobiliarios.

César Solis

Vecinos afectados por lo que han calificado de 'arbitrarias e inconsultas decisiones de la Dirección de Obras de la municipalidad de Valparaíso', que autorizó el inicio de faenas destinadas a construir un edificio en la Quebrada Tomás Ramos, presentaron un Recurso de Protección contra las autorizaciones al proyecto inmobiliario Vista Alegre que se pretende emplazar en el Cerro Alegre y que contempla dos torres, con 46 departamentos en total, ubicadas en calles Estanque con Tomas Ramos.

'Es un proyecto, altamente invasivo y se ubica en una Zona de Conservación Histórica tipificada como ZCHLF, según el Plan Regulador de la comuna de Valparaíso. Afecta severamente el derecho a vista de las viviendas vecinas. Por lo demás, la altura y número de pisos del inmueble es excesivo con respecto al contexto del barrio en que este está inserto', manifestó Bernardo Zamora Bravo, presidente de la Junta de Vecinos Alejandro Tinsley 75, quien acota que se provocaría un daño irreversible en el mirador Estanque, que se emplaza en la calle del mismo nombre.

El abogado que representa a los ciudadanos, Felipe Olea, advirtió que el Recurso de Protección persigue solicitar a la Corte que dicte una orden de no innovar y paralice las obras que se están ejecutando en el eje mencionado. 'Para la comunidad una vez más es dificil darse cuenta cómo en Valparaíso se levantan edificios a diestra y siniestra sin respetar las mínimas normas de construcción'.

Olea acota que se está autorizado un edificio en un sector donde solo se pueden hacer obras de cuatro pisos máximo y el proyecto actual va a tener 20 metros de altura. 'De todas formas constituye un acto ilícito que transgrede las normas mínimas de construcción y, por lo mismo, los vecinos de calle Estanque vienen a solicitar a la Corte que se revise la constitucionalidad del edificio que se está construyendo. Es una obra que violenta normas de construcción', remata el abogado.