Maquinistas rechazaron última oferta de Merval y la huelga continúa hoy
Transportes. Servicio de trenes entra en cuarto día de suspensión. Pérdidas suman $ 100 millones.
gustavo alvarado
emv
Nuevamente por la unanimidad de sus miembros, el Sindicato de Maquinistas y Afines de la empresa Metro Valparaíso (Merval), rechazó la última oferta de la compañía ferrocarrilera regional, con mejoras salariales que fueron consideradas insuficientes por los trabajadores. La huelga legal continuará hoy en su cuarto día y el servicio de trenes permanecerá suspendido. La empresa ha perdido cerca de $ 100 millones los tres días de paralización.
Pese a lo anterior, las conversaciones deberían retomarse hoy, pues existe una nueva citación de la Inspección del Trabajo para las 15 horas. Los dirigentes sindicales informaron su deseo de tomar contacto con los representantes de la empresa esta mañana para plantearles al menos cuatro variantes, en las cuales los sindicalizados han estado trabajando desde ayer en la tarde.
El secretario del Sindicato, José Ruiz, manifestó que los asociados están decepcionados porque luego de cuatro horas de negociaciones ayer, sienten que la empresa no ha ofrecido mejoras sustanciales. 'La gente está muy molesta con la empresa porque en sus propuestas están moviendo plata de acá para allá, de allá para acá, y no están ofreciendo un aumento real'.
Propuestas
Según explicó a 'El Mercurio de Valparaíso', Merval llegó a la mesa negociadora ayer con dos propuestas para que las bases escogieran una: la primera de ellas era una nivelación de sueldos para los 25 trabajadores de remuneración más baja más un aumento real del sueldo base de 3% para los no nivelados (los 60 trabajadores restantes del sindicato) y finalmente un bono de término de conflicto de 900 mil pesos. La segunda opción mantenía la nivelación a los 25 empleados de menor sueldo más un aumento real de 2% a los 60 restantes y un 20% del equivalente a la gratificación, es decir, unos $600 mil pagaderos en tres años (cerca de 16 mil pesos mensuales). Ninguna de las dos gustó a los trabajadores.
'La huelga sigue, el paro de trenes se mantiene, pero queremos dejar en claro que nuestro ánimo es seguir negociando con la empresa para que los pasajeros puedan seguir usando el servicio', acotó José Ruiz, para quien los $ 100 millones en pérdidas por la huelga bien pudieron invertirse en pagar un año de gratificaciones a los trabajadores.
Los ánimos en el movimiento sindical estaban bastantes decaídos porque, además, ayer se conoció del fallecimiento de la hermana del presidente de la agrupación, Sandro Cabrera.
'no ha sido posible'
Del otro lado, la gerenta general de Metro Valparaíso, Marisa Kausel, lamentó la negativa del sindicato y sostuvo que las negociaciones no continuaron la tarde de ayer debido a que los dirigentes no llegaron a conversar. 'Queríamos ver si aceptaban o no y tener una posible solución para encontrar acercamientos. Lamentablemente, continúa la paralización de nuestros servicio porque no ha sido posible sentarse con el sindicato para rápidamente encontrar una solución a este problema'.
'La idea -prosiguió Kausel- es levantar los puntos de desencuentro y a eso es a lo que estamos abiertos… Estamos dilatando algo que podríamos estar sentados conversando en este momento… El servicio no va a poder reanudarse desgraciadamente porque el sindicato reúne a los funcionarios que justamente operan el servicio'.
Gratificación compleja
Hasta la tarde de ayer, existía la convicción en los trabajadores del Sindicato que lo que aún distancia a ambas partes es la negativa de la empresa a cancelar una gratificación atractiva, cuyas formas están contenidas en los artículos 47 y 50 del Código del Trabajo. Pero para la gerenta general de Merval no es fácil desde el punto de vista de los costos operacionales hablar del pago de una gratificación.
'La gratificación, como empresa uno tiene que traducirla a porcentaje de remuneración y esto es un porcentaje de remuneración mayor. Eso significa que el sindicato sigue con su solicitud por la cual ellos fueron a paro, que es un reajuste real de un 10% sobre el IPC. La empresa avanzó hoy (ayer) en algo más atractivo, pero si ellos están sentados esperando a que la empresa les diga que sí a su demanda inicial, eso creo que significa ser intransigente y no mostrar un grado de flexibilidad para llegar a acuerdo. ¿Quién en Chile tiene un aumento real de un 10% en sus remuneraciones?'.
Respecto de la pérdida cercana a los 100 millones de pesos que hasta ahora sufre la empresa, Marisa Kausel insistió que lo más importante para la compañía es la pérdida que se produce en el servicio. 'Lo que el sindicato le plantea a la empresa es incurrir en un gasto estructural. Uno puede invertir 100 millones de pesos en un proyecto puntual, como por ejemplo modificar estaciones, pero otra cosa es destinar $ 100 millones a mejorar remuneraciones en un 10%, porque eso queda para toda la vida, de ahí uno no baja'.
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'Si están sentados esperando a que la empresa les diga que sí a su demanda inicial, creo que eso significa ser intransigentes'