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'Es una forma magnífica de terminar un trabajo de 8 años'

Cultura. Los creadores del proyecto 'Monolith Controversies', ganadores del León de Plata, hablan respecto al trabajo realizado en torno a la fábrica KPD.

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Agencia Feel

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El 8 de julio de 1971, un terremoto 7,5 grados en la escala de Richter se produjo en Illapel, afectando las regiones Cuarta y Quinta Región especialmente, y dejando 25 mil viviendas totalmente destruidas. Ante esta situación, la Unión Soviética decidió donar al Estado de Chile -presidido en esa época por Salvador Allende-, una planta de paneles pesados prefabricados de hormigón, misma tecnología que se había utilizado en algunos países de Europa post Segunda Guerra Mundial para la reconstrucción y en Cuba para superar los daños causados por el huracán.

La fábrica, llamada KPD, se emplazó en Quilpué y comenzó a funcionar en 1972 tras una inauguración en la que el propio Allende estampó su firma en el hormigón aún fresco del primer panel producido y que fue instalado como monolito en la entrada de la planta. Al año siguiente se hizo entrega del primer conjunto de departamentos en El Belloto.

Tras el golpe de Estado, la planta siguió funcionando hasta 1978, cuando ninguna empresa privada quiso adquirirla. Fue desarmada y se vendieron sus despojos como chatarra al mejor postor. Los departamentos, en tanto, sobrevivieron sin problemas a los terremotos de 1985 y 2010.

Hace 8 años, el diseñador Hugo Palmarola y el arquitecto Pedro Alonso iniciaron una investigación respecto a la KPD. 'Nos pareció un poco inédito en el contexto de la arquitectura moderna en Chile encontrarnos con algunos datos de la historia de esta fábrica', comenta Palmarola, agregando que en ese momento creían que el tema ya había sido investigado, pero al darse cuenta que no decidieron indagar en el asunto 'nos pareció que reunía varios aspectos bien interesantes de historia del género, de la industria, de política, ideología y estética'.

En medio de esta labor descubrieron en un basural abandonado el famoso panel situado a la entrada de la KPD. Lo rescataron y transportaron a una bodega. Fue el mismo que utilizaron como pieza principal del pabellón chileno que participó en la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia y que llamaron 'Monolith Controversies'. Por este obtuvieron en forma unánime el León de Plata, entre 65 países concursantes.

'Nosotros estamos haciendo este trabajo hace 8 años; por lo tanto, claramente no lo estamos haciendo para ganarnos premios', sostiene Alonso, añadiendo que siempre han estado orientados a publicar artículos. Es más, hace un par de semanas sacaron un libro en Londres llamado 'Panel', el cual recoge este estudio. 'De alguna forma ganar el León de Plata viene a ser una especie magnífica de terminar un trabajo de 8 años, que termina además con este libro y un catálogo', manifiesta.

La selección del proyecto se hizo a través de un llamado a concurso del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), donde fue elegido unánimemente. Según ellos, esto se debe a que su idea 'encajaba muy bien' con la propuesta del curador de la bienal, Rem Koolhaas, llamada 'Fundamentals'.

El tema general de la bienal 'está basada en los elementos fundamentales de la arquitectura moderna y una revisión de los últimos cien años. Y en ese sentido, la fábrica de paneles KPD en Chile y el caso como ejemplo arquitectónico moderno venía muy bien a esta idea en relación, sobre todo a la noción de Koolhaas de intentar hablar, ojalá cada país y cada pabellón, de una arquitectura que en vez de resaltar lo vernacular, resaltara las características más globales o universales dentro de esa opción de la modernidad por parte de los distintos países', sostiene Palmarola , añadiendo que una de las características de los paneles de hormigón es que aparte de las modificaciones introducidas por cada país, está el de 'haberse expandido en diferentes regiones del mundo y tener una arquitectura global'.

Es la primera vez que Chile gana este importante premio internacional. Por lo mismo, sus creadores fueron recibidos la semana pasada por la Presidenta Michelle Bachelet, llegando acompañados por la ministra de Cultura, Claudia Barattini, quien destacó la importancia este galardón: 'Este es un reconocimiento a la arquitectura chilena: se posiciona en un circuito curatorial internacional, no solo como obra, sino como proyecto de investigación, académico', sostuvo.

'Nos pareció que (la KPD) reunía varios aspectos bien interesantes de historia del género, de la industria, de política, ideología y estética'

'Nosotros estamos haciendo este trabajo hace 8 años; por lo tanto, claramente no lo estamos haciendo para ganarnos premios'