Somos un Gobierno que no discrimina
Katherine Araya
Que quede claro: para este Gobierno, nadie sobra en Chile. Ni los católicos ni los ateos; ni los heterosexuales ni los homosexuales; ni los de derecha ni los de izquierda. Acá todos sumamos, nadie queda al margen. Quienes desean lo contrario debieran hacer mejores lecturas respecto de los tiempos que vivimos en este país, en el que muchos se abanderan de progresistas, pero que al momento de enfrentar los cambios cierran los ojos, aprietan los labios y se niegan porque, creen ellos, que estos atentarán contra los valores y principios heredados por sus abuelos.
Chile es un país que crece, que avanza, tanto social como económicamente. Creemos que los chilenos ya están preparados para dar saltos largos, olímpicos. Indudablemente, ya no podemos seguir trotando con los músculos apretados, temerosos a superar vallas como una eventual aprobación del proyecto de ley Acuerdo de Vida en Pareja, propuesta que hoy se discute en el Parlamento y por la que muchos personeros políticos -que se jactan de ser modernos y reformistas- rasgan vestiduras de santo, oponiéndose a que dos personas del mismo sexo formalicen su relación ante las leyes del hombre.
Es evidente: este país dejó de ser un gato que en la penumbra se pasea por los tejados. Chile hoy es un puño que golpea la mesa y exige un trato igualitario: no más familias predilectas ni ciudadanos amparados por leyes añosas. Chile quiere avanzar y quiere hacerlo en forma libre y certera, no esquivando miradas inquisidoras ni evitando chocar con dedos acusadores. Este Chile quiere avanzar sin temer a que de un segundo a otro caigan desde lo alto voces intolerantes que desafían los compromisos sociales que nuestra Presidenta, Michelle Bachelet, desea cumplir durante su gobierno.
Debemos recordar que en las pasadas elecciones la ciudadanía, en una gran mayoría, dijo NO a la administración política sesgada e intolerante; y dijo SÍ a una que defienda la igualdad social y rechace la discriminación que impera en algunas coaliciones que dicen tener una visión progresiva y moderna.
Este Gobierno, el de la Presidenta Bachelet, tiene un compromiso de apertura social con Chile. Ya lo dijo recientemente el ministro vocero de Gobierno, Álvaro Elizalde, a propósito de la reunión que sostendrá el ministro de Defensa, Jorge Burgos, con los comandantes en jefe de las tres ramas de las Fuerzas Armadas para para analizar en detalle un plan elaborado para generar un proceso de inclusión para homosexuales en el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea: 'El Ministerio de Defensa ha abierto un espacio de diálogo con distintos grupos y sectores para abordar no solo los temas del mundo de la diversidad, sino también de las minorías religiosas y étnicas'.
Que quede claro: esta es la actitud que reina en nuestro Gobierno. Este es nuestro espíritu cívico: nada más que avanzar hacia un país más justo, menos segregador y… por qué no decirlo, más feliz.