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Familias se resisten a abandonar sus viviendas declaradas en zona de riesgo

VALPARAÍSO. Un total de 266 casas podrían sufrir derrumbes o aluviones según un estudio.

fotos de raúl goycoolea

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La próxima semana la Gobernación de Valparaíso comenzará a distribuir las cartas de notificación a 266 familias que se encuentran habitando en zonas de alto riesgo de derrumbe o aluviones, en caso de existir episodios intensos de lluvia. La misiva explicará la situación a la que se exponen los residentes y, al mismo tiempo, recomendará a las personas que abandonen sus casas y utilicen subsidios de arriendo o de acogida familiar, a la espera de la gestión de una solución habitacional definitiva por cuenta del Estado.

Así lo confirmó el gobernador, Omar Jara, luego de que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) emitiera un informe en el que da cuenta de sectores cuyos suelos se vieron fuertemente erosionados tras el último gran incendio que arrasó 1.145 hectáreas en abril pasado.

'El martes vamos a empezar el proceso de notificación. Estamos ajustando el texto (de la carta), estamos haciendo una revisión completa', señaló la autoridad provincial, agregando que este lunes se reunirán los servicios públicos involucrados en la emergencia y reconstrucción para acordar detalles sobre las notificaciones que se despacharán.

QUEBRADAS PELIGROSAS

El documento elaborado por expertos de Sernageomin fue el punto de partida para la realización de un catastro desarrollado por la Municipalidad de Valparaíso que detectó 208 viviendas en 'zonas críticas' y otras 58 en sitios calificados de 'alto riesgo'. La mayoría se encuentra en las quebradas de los cerros El Litre y Las Cañas, y en los sectores de Los Chonos y Tiro al Blanco.

En general, se trata de mediaguas que fueron levantadas tras el incendio y que por la urgencia habitacional no fueron sometidas a restricciones para su emplazamiento. Sin embargo, en un recorrido realizado por este Diario, se pudo verificar la presencia de antiguas viviendas ubicadas en bordes de quebradas que se salvaron del fuego.

Las familias que ahí habitan reconocen haber recibido visitas de funcionarios públicos durante el catastro. No obstante, se mostraron sorprendidas al enterarse de que el Gobierno les notificará para que abandonen sus hogares.

'QUE ME SAQUEN MUERTA'

Gladys Gallardo ha vivido durante décadas en la quebrada que colinda con el cerro Las Cañas. La zona ahora ha sido declarada susceptible a riesgos. Para ella es una exageración de las autoridades, a quienes advierte que no saldrá de ahí por ningún motivo. 'Yo he pasado muchos lluviones fuertes y derrumbes. Nadie vino entonces a decirnos nada. Van a hacer una maldad en sacarnos de aquí y llevarnos quizás dónde. Si quieren, que me saquen muerta', afirmó.

Al otro lado de la quebrada vive Patricia Parra. Ella perdió su casa en el incendio, pero rápidamente levantó una mediagua en el mismo sitio. En estos dos meses ha logrado ampliarla con materiales comprados con sus ahorros. 'Yo no me quiero ir de aquí. No, yo no me voy. Para dónde nos irán a querer tirar, para un lado donde uno no conoce a la gente. Si acá ya no va a pasar nada más. Acá el suelo ya está todo duro', señala.

Un poco más lejos y en la parte más baja de la quebrada se encuentra la mediagua de Mónica Rodríguez. Sus vecinos son todos familiares y concuerdan en que no se irán de ese sector. 'Nosotros acá somos dueños, así es que no nos vamos a mover. Tienen que sacarnos muertos de aquí. Yo solamente necesito reforzar el muro de atrás para que no se me venga abajo. Si me quieren sacar de aquí, yo me mato. Así como así no me van a sacar, ni los pacos ni nadie', advierte.

El gobernador Jara anticipó que si las personas persisten en quedarse en las zonas de riesgo, la llegada de un frente lluvioso podría gatillar un operativo policial que fuerce la salida de las familias.

Mientras tanto, las autoridades ya analizan un plan que impida el acceso de nuevas familias a los sectores peligrosos. Para eso se prevé la instalación de carteles de advertencia y trabajo comunitario apoyado por los propios vecinos.

'Van a hacer una maldad en sacarnos de aquí y llevarnos quizás dónde. Si quieren, que me saquen muerta'

'Si me quieren sacar de aquí, yo me mato. Así como así no me van a sacar, ni los pacos ni nadie'