Cristián Ortega arrienda plazas de estacionamiento en el centro de Quillota. También ofrece a sus clientes la gestión para la compra o venta de vehículos. Dice que le va muy bien, pero reconoce que le fue imposible conseguir interesados para un Chrysler PT Cruiser 2007 que la parvularia Pamela Figueroa le encargó que vendiera. 'Ella no tiene espacio en su casa porque tiene otro vehículo. Le dije que trabajaría para buscar un potencial comprador, pero en tres meses nunca llegó', cuenta.

Así surgió la idea de organizar una rifa para lograr transar el auto. Un abogado le redactó las bases que luego protocolizó ante notario. Mandó a hacer volantes, creó una página en Facebook e inició la venta de los boletos. Cinco mil pesos cuesta cada uno y la idea de Ortega es lograr que le compren 1.500. Asegura que ya ha alcanzado un tercio de la meta con la pretende reunir $ 7,5 millones por el auto, cuyo valor comercial es de $ 4,8 millones. Eso recibirá la dueña del Chrysler; lo demás es para el gestor de la rifa.

El sorteo tiene tres fechas previstas y se realizará siempre y cuando se vendan todos los boletos disponibles. Si eso no se consigue antes del 30 de agosto, 'a partir de septiembre empezaré a devolver el dinero a los que compraron números de la rifa. Estoy apostando a riesgo de perder lo invertido', precisa Ortega.