El Banco Central (BC) dio a conocer la Minuta de Reunión de Política Monetaria (RPM) correspondiente a la sesión número 211 celebrada el pasado 12 de junio de 2014 y donde se revela que Por primera vez en seis años, no hay consenso entre los consejeros del banco acerca de la política monetaria a seguir.
Se detalló que con los votos del presidente Rodrigo Vergara y de los consejeros Enrique Marshall, Sebastián Claro y Joaquín Vial, el Consejo decidió mantener la Tasa de interés de Política Monetaria (TPM) en 4,00% anual. El consejero Pablo García manifestó su decisión de reducirla en 25 puntos base, hasta 3,75%.
En tanto, dados los antecedentes conocidos desde la última reunión, la División Estudios presentó como opciones relevantes mantener la TPM en 4,00% o recortarla en 25 puntos base (pb) a 3,75%.
Todos los consejeros estuvieron de acuerdo en que el panorama internacional no mostraba mayores cambios. Así, se apreciaba una consolidación de la recuperación en el mundo desarrollado, junto con un mejoramiento en las condiciones financieras internacionales que se reflejaba, entre otros factores, en bajas en premios soberanos y bancarios, el repunte de las bolsas y los flujos de capital hacia economías emergentes.
desaceleración
En el ámbito interno, todos los consejeros destacaron que se consolidaba un panorama de desaceleración de la economía que llevaría a un crecimiento menor que el previsto y que, además, se extendía ahora al consumo privado y a sectores asociados a él.
Un consejero señaló que, en este escenario, la factibilidad de una aceleración, incluso tenue, de la actividad en lo más próximo era muy baja, sobre todo si se consideraba que los indicadores de expectativas seguían cayendo.
Un consejero añadió que lo importante, a su juicio, 'era lo difícil que resultaba pensar que las atractivas condiciones de acceso al financiamiento vigentes estuvieran ejerciendo un freno en la dinámica de la inversión'.
Con todo, las condiciones en los mercados financieros y las perspectivas de inflación sugerían la conveniencia de mantener la TPM en esta oportunidad.
En el voto de minoría, Pablo García estimó que la opción de recortar la TPM 'era la más acertada en esta oportunidad'. A su juicio, 'este panorama seguía indicando, al igual que en marzo, la necesidad de un impulso monetario mayor'. En su opinión, los efectos inflacionarios de la depreciación del peso, en presencia de una economía en proceso de desaceleración sobre el que todavía no había evidencia de que se estuviera deteniendo, eran transitorios, mientras que la generación de holguras generaba presiones desinflacionarias de mediano plazo'.