Agradecemos al Estado de Chile y la Unesco
Hemos participado en la Trigésima Asamblea del Comité de Patrimonio Mundial para llevar la representación de un sitio patrimonial Unesco donde habrá importantes transformaciones. Allí, en la ciudad de Doha, Qatar, se debatió ampliamente sobre temas que preocupan a los porteños.
En el Cabildo del año 1991 participaron todos los estamentos locales, concluyendo que había que conquistar el borde costero para disfrute de la ciudadanía. El impulso por recuperar el borde es fruto de ese cabildo. Ese mandato, traducido hoy en proyectos muy importantes, fue el que he llevado hasta esa Asamblea Patrimonial Internacional para afianzar la voluntad porteña en cuanto a crecer en una nueva ciudad.
Por primera vez en nuestra historia se ha expresado la firme voluntad del Gobierno de Chile para encabezar una acción coordinada tendiente a concretar esa voluntad de progreso. De hecho, los 540 millones de dólares comprometidos para ir en apoyo a los cerros siniestrados hablan claramente de ese compromiso.
En dicha jornada se ha revisado el informe de Valparaíso, donde de los 21 miembros que representa la asamblea, 11 han felicitado las acciones que hemos tomado para poder llevar todo lo que significa el resguardo de nuestro patrimonio, así como todo lo que es la esencia del valor del Sitio del Patrimonio Mundial.
El Valor Excepcional Universal de Valparaíso proyecta, de hecho, la zona sobre la cual la Unesco va a seguir muy de cerca nuestra acción en todo el anfiteatro. Esto nos lleva a cautelar las edificaciones en altura circunscribiéndolas a volúmenes amigables. Pero, al mismo tiempo, damos inicio a la ciudad contemporánea.
Hemos comenzado a diseñar el nuevo Valparaíso del siglo 21, ocupando la meseta de las cumbres con nuevos barrios, con altos edificios que permitan atraer a nuevos vecinos llegados en gran medida desde la capital buscando nuestro paisaje y nuestro clima costero.
Hablamos de una gran metrópoli patrimonial y contemporánea con un tren de alta velocidad y con un nuevo megapuerto que deberá ocupar todos los terrenos del borde, dejando los necesarios espacios de esparcimiento y agrado para el residente y los terrenos para la típica pesca artesanal.
En conclusión, la reciente asamblea nos permite soñar con el nuevo puerto a gran escala, con las obras necesarias en vialidad para su operación eficiente y con un nuevo transporte público donde el metro-cable, integrado a Merval, será el eje de una locomoción moderna, atractiva y eficiente no solamente para nuestros vecinos, sino para los millones de turistas que cada año deberán arribar para visitarnos.
El propio Gobierno se ha comprometido con Valparaíso. Este compromiso nos lleva a expresar nuestro más profundo reconocimiento.