El 30 de junio se conmemoró el 163° aniversario de la fundación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso. Somos considerados el 'Cuerpo Madre' del bomberismo nacional. Recibimos este nuevo aniversario luego de haber vivido el incendio más grande de nuestra historia, el que trajo consigo nefastas consecuencias. Sin embargo, siempre de lo malo se pueden obtener aprendizajes. En el caso nuestro fue haber podido comprobar que por muy preparados que nos encontremos, en ocasiones la magnitud de la emergencia nos puede exigir hasta el límite nuestras capacidades.

No obstante, en estas difíciles circunstancias recibimos la solidaria ayuda de Cuerpos de Bomberos hermanos, tanto de nuestra región como de otras, que no dudaron en tendernos una mano en el control de la catástrofe. Esta ayuda se vio replicada una vez extinguido el megaincendio, dado que numerosos Cuerpos, de diversos puntos del país, acudieron con su ayuda, ya sea monetaria o en alimentos, ropas, enseres, elementos de construcción, etc. Lo anterior se sumó a la entregada por empresas, entidades gremiales y hasta por ciudadanos anónimos que nos hicieron llegar su desinteresada colaboración, incluso desde el extranjero, lo cual nos ha sido de suma ayuda, en especial para poder construir las 10 viviendas a nuestros bomberos y personal rentado que perdieron también sus hogares.

A esta tarea nos encontramos abocados en la actualidad, junto a un grupo de profesionales que nos asesoran. Sin dudar, son muchas las lecciones que ha dejado este grave siniestro a nuestras autoridades políticas, que han debido asumir el rol de subsanadores de las precarias condiciones en que quedaron los damnificados; al municipio local, que ha debido desplegarse en terreno con su ayuda social; y a Bomberos, como parte fundamental de los organismos de emergencia, quienes debemos replantearnos nuestras estrategias de contención de los siniestros, sabedores de que cada vez nos hemos capacitado de mejor manera, pero conscientes de que en un futuro nos podemos ver enfrentados nuevamente a este tipo de situaciones extremas.

No quisiera dejar de reconocer la importante donación que efectuara la empresa Copec al Gobierno Regional, y que en un futuro cercano nos permitirá construir un cuartel para una compañía en el estratégico camino La Pólvora. No deja de llamar nuestra atención, que haya sido la empresa privada quien se metió la mano al bolsillo para aportar en el mejoramiento de la operatividad de sus Bomberos. Sin duda, tarea pendiente para los gobiernos.

Finalmente, y dado que nuestras necesidades no se terminan, durante el mes de agosto iniciaremos nuevamente nuestra gran rifa anual, la que en su versión número cuarenta ofrecerá igual número de premios, encabezados por tres automóviles. Sin dudar, una buena manera de que la ciudadanía nos entregue su respaldo, con el que avala nuestra función como garantes de la protección de las personas y sus bienes.

La participación de Chile en el Mundial Brasil 2014 encierra ejemplos en lo deportivo y en lo humano. En lo deportivo destaca el trabajo organizado, prolijo, disciplinado y constante, encabezado por un cuerpo técnico profesional que supo convocar a los mejores y motivarlos en un tarea compleja y dura como era participar en un torneo donde se hacen presentes las más importantes organizaciones de fútbol del mundo con sus más relevantes figuras.

Aparecen en la competencia países de larga tradición deportiva, con grandes recursos materiales y en ocasiones con numerosa población, lo cual es un factor cuantitativo que favorece la elección de jugadores.

Frente a ese conjunto le tocó participar a nuestra Selección, que en anteriores torneos, con otros jugadores y técnicos, mostró una trayectoria más bien errática y en ocasiones deficiente.

Pero en paralelo a lo deportivo hay que centrarse en la calidad humana de los integrantes de nuestra selección. Destaca la entrega total, limpia, inteligente y sin reservas. Entrega hasta el límite del sacrificio personal, pues cuando estos jugadores arriesgan su físico -incluso con problemas severos como fueron los casos concretos de Vidal y Medel- están arriesgando su capital, como es su capacidad para seguir actuando en las grandes ligas las cuales retribuyen con largueza capacidades que en esta ocasión ellos mismos pusieron en juego.

Dejando de lado la eliminación y los juicios que se puedan hacer sobre esa realidad, la actuación nacional merece ser reconocida y destacada como ejemplo de un modelo a imitar en muchos terrenos, en lo nacional y en la vida diaria de las personas.

Integración y disciplina del equipo en pos de una meta común es un valor que mostró este grupo de jugadores y técnicos.

¿No es acaso esa disposición a la integración y a la disciplina lo que nos hace falta? ¿No nos perdemos en metas difusas y discutibles y perdemos de vista lo importante, el corazón de las cosas, para usar un término de moda?

La entrega personal de cada uno de los integrantes de la Selección, el fervor de las multitudes y el sentimiento de unidad nacional que acompañó a la participación de nuestros jugadores es un activo, es un capital, es una enseñanza: las movilizaciones pueden ser positivas y poderosas cuando van tras una meta definida, compartida por todos los sectores, por todos los que formamos parte de la comunidad nacional.