Se debe volver a poner a los niños y niñas en el centro. Así lo ha solicitado la Presidenta Michelle Bachelet, quien anunció, el 3 de junio, el cumplimiento de la segunda medida del programa de gobierno con las localizaciones para construir las primeras 500 salas cuna de las 4.500 comprometidas en el país, que ampliarán la atención a 90 mil lactantes de cero a 2 años. Esta meta presidencial incluye, además, 1.200 nuevas salas de jardín infantil para incorporar a 34.000 niñas y niños de 2 a 4 años al sistema. En total, 124.000 niños y niñas que hoy no tienen acceso a la educación inicial.

Al cumplirse los primeros 100 días de su mandato, celebramos en nuestra región la partida para instalar las primeras 38 salas cuna de un total de 514 proyectadas al 2018. Las 12 comunas priorizadas para este 2014 son: San Antonio, Cartagena, El Tabo, El Quisco, Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Quillota, Papudo, San Felipe, Santa María y Putaendo.

Esta medida triplicará en cuatro años la capacidad de atención de lactantes en el territorio regional, creciendo de 5 mil a 15 mil los cupos para niños y niñas; pero más que un edificio, cada sala cuna es un mundo de oportunidades, pues es un importante motor para la reactivación económica y social con cuatro ejes fundamentales: educación de calidad para 10 mil 280 lactantes que se integran al sistema con más y mejores oportunidades de acceso a estimulación temprana; facilidades para madres trabajadoras, estudiantes y jefas de hogar que pueden insertarse al mundo laboral o terminar sus estudios con la tranquilidad de que sus hijos e hijas están cuidados; generación de empleos con trabajo para empresas constructoras, ingenieros, arquitectos y obreros, y generación de empleos en el área de la educación, con más de 2 mil nuevos cupos para educadoras de párvulos y técnicas en educación parvularia, ello sin contar los cupos para manipuladoras de alimento y auxiliares de servicio.

La meta presidencial busca dar atención al 30% de los lactantes del país, equiparando los indicadores OCDE y considera como criterios reducir brecha en educación inicial; lograr equidad territorial con garantía de acceso para todos los niños y niñas, y efectividad, al asegurar que la inversión se haga en localidades donde hay brechas de atención y no se duplica la oferta vigente.

La educación de calidad es un derecho y parte desde la cuna. Tal como lo hicimos en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, hoy retomamos el compromiso de igualdad para derribar las brechas desde la primera infancia, y esto lo hacemos de la mano del profesionalismo y compromiso de nuestras educadoras y técnicos, y de la participación activa de los padres y madres que son actores fundamentales en el proceso para brindar una educación integral y de calidad a todos los niños y niñas de nuestro país.