La compañía Oani lleva 16 años trabajando en diferentes formatos teatrales, siendo el más conocido el Lambe Lambe o teatro en miniatura. Sin embargo, llegó un momento en que sus integrantes decidieron 'dejar de ser una fábrica de espectáculos', como dice Camila Landon, directora del grupo, añadiendo que 'llegó a un momento en que todos los años nos ganábamos el Fondart de creación, ensayábamos tres meses, después hacíamos la obra y girábamos. Era una máquina'.

Ante la necesidad de repensar lo que estaban haciendo y de profundizar en los temas que les interesaba cuestionarse, surgió la idea de generar un laboratorio multidisciplinario de profesionales para trabajar en la nueva obra que proyecta llegar a las tablas en 2015, y que han denominado 'Shakespeare, un Laboratorio para las Formas Animadas'.

La iniciativa consta de tres etapas basadas en un proceso extenso de formación e investigación a de la metodología y principios fundamentales del Laboratorio del Estudio del Movimiento de la Escuela Internacional de Teatro de Jacques Lecoq. La primera se realizó el año pasado a través de un Fondart de Creación y la segunda comenzó el mes pasado y se extenderá hasta noviembre de este año gracias a un Fondart de Investigación.

En el proyecto trabaja un total de 12 personas -entre ellas seis actores incluyendo las tres mujeres que son parte de Oani- que están bajo la dirección de Fabrice Farchi, actor y director de la compañía francesa tremplin21, quien aporta la metodología y principios fundamentales obtenidos de su experiencia en la de Lecoq en París. Todos ellos se encuentran trabajando en torno del texto 'Sueño de una Noche de Verano', de William Shakespeare.

Según explica Landon, durante estos seis meses 'se profundizará en la investigación del cruce de lenguajes que pueda producirse: por un lado, el cuerpo-actor; por otro, las formas animadas-objeto, el espacio escénico, el texto dramático, la voz corpórea y proyecciones como elemento dramático, todo focalizado hacia un teatro dedicado a las formas animadas'.

En este proceso contarán con la colaboración de destacados artistas dentro de sus áreas: el dramaturgo Pablo Dubott; Eduardo Jiménez en espacio escénico; Anita Sotomayor voz y música corpórea; y Pilar Valdivia en la plástica.

Una de las características que tiene este proyecto es que todavía no saben muy bien cuál será su resultado. 'Como es un laboratorio, no tenemos idea de lo que va a suceder. Eso es lo que más nos convoca y lo más difícil en estos tiempos, o sea, hacer algo sin tener que atenernos a un resultado es un lujo', sostiene Landon.

Hasta ahora, eso sí, no tienen considerado convertir el espectáculo en uno en miniatura, género en el que ha destacado la compañía Oani que este año, incluso, realizó el primer Festival con esta técnica. 'Ayer (miércoles) tuvimos una reunión con los 12 artistas que vamos a participar y no se vislumbra nada miniatura. Al parecer va a ser sobre un escenario, algo grande', comenta la directora del grupo teatral.

Los resultados de esta investigación estarán en noviembre de este año y serán mostrados públicamente en el Parque Cultural de Valparaíso (PCdV), que apoya esta iniciativa con la entrega del espacio físico para su realización, así como el teatro para la exhibición final.

Claro que llevar esta idea a cabo no ha sido fácil. Primero que todo, porque para hacerlo necesitaban recursos, y el Fondo de Fomento a las Artes (Fondart) no aceptó financiar la iniciativa a largo plazo, por lo que tuvieron que presentarla en forma parcelada. 'Es un sistema agotador', afirma Camila Landon, y también un tanto azaroso pues, como ella misma dice, 'podemos no sacarlo y aquí quedamos con el proceso perdido'.

Al haber ganado con sus proyectos para realizar las dos primeras etapas confía en obtener un tercer financiamiento, donde postularán para la concreción del montaje, y quizás a un cuarto para la itinerancia.

'Es el sistema que tenemos nomás, entonces tratamos de aprovecharlo. No es el ideal, pero es lo que hay', manifiesta con una cuota de resignación la directora de la compañía. En sus palabras da cuenta de una queja recurrente entre los artistas de diferentes ámbitos y que dice relación con las pocas posibilidades que se tienen de postular a fondos concursables con proyectos de más larga data, sobre todo porque si pudieran hacerlo eso daría 'la seguridad de que llegue a buen fin y que no se pierda el trabajo anterior', afirma.

A pesar de los problemas decidieron embarcarse en esta aventura no solo por un tema propio, pues 'de verdad encontrábamos que estaba muy débil el discurso en general del arte escénico, entonces queremos dar un aporte en ese sentido también', asegura, agregando que esta problemática no es solo de la región o del país, sino también internacional.

'Todos están conscientes de que es un privilegio investigar, aunque sea muy, muy poco dinero para hacerlo. Pero la gente está tan necesitada de juntarse reflexionar y hacer algo más de la producción maquinaria, que estamos casi haciéndolo por amor', dice, ya que el monto obtenido fue de 10 millones de pesos que deben repartirse en 12 personas.

2015

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