Agresión contra la solidaridad
El ataque sexual y robo que afectó a una voluntaria que trabaja ayudando a los damnificados en el cerro Las Cañas de Valparaíso, uno de los afectados por el gran siniestro de abril pasado, es un hecho grave que debe alertar a toda la comunidad.
Por cierto procede una acción policial y judicial con el fin de capturar y sancionar en forma ejemplarizadora al autor del cobarde ataque. Pero más allá de lo personal, este hecho perpetrado al amparo de la oscuridad de la noche es una agresión contra la solidaridad surgida tras el incendio que tanto daño humano y material ha causado.
Luego del siniestro brotaron en forma espontánea diversas acciones de ayuda solidaria, especialmente por parte de grupos juveniles. En este caso preciso la persona atacada ayudaba en un centro organizado por la Asociación Cristiana de Jóvenes.
Con este ataque y otros que puedan perpetrarse se está desalentando una actitud tan importante y necesaria como es la solidaridad, muchas veces opacada por el materialismo reinante en nuestra sociedad.
Por otro lado, como telón de fondo para este hecho puntual, de acuerdo a declaraciones formuladas a este Diario por una dirigente vecinal, junto a la reconstrucción, lamentablemente, aparece el tráfico y consumo de drogas.
Así, los residentes de las viviendas provisorias y también quienes los ayudan están expuestos al riesgo que supone la droga, sus consumidores y vendedores.
Se pide mayor vigilancia y se echa de menos la presencia de efectivos militares que dejaron la protección del sector quedando la vigilancia a cargo de Carabineros, cuyo personal resulta insuficiente en lugares oscuros, de compleja topografía y con rincones que se convierten en refugio para los delincuentes. El brutal ataque de que fue víctima la joven voluntaria se suma a otros hechos delictuales que inquietan al sector, como son los robos a los damnificados. Se está agrediendo a los más débiles, a los damnificados, y se está atacando también a ese noble sentimiento que es la solidaridad.
Tras estas experiencias la población del sector que se levanta penosamente después de la tragedia, al igual que toda la comunidad, confía en que estos hechos no queden en la impunidad, como desgraciadamente acontece en numerosas ocasiones.