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Muere figura clave de la Perestroika

AP/B.Yurchenko

georgia. Eduard Shevardnadze, último canciller de la URSS, tenía 86 años.

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El último ministro de Exteriores de la extinta Unión Soviética (URSS) y expresidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, murió ayer a los 86 años en Tiflis, la capital de Georgia.

Según su portavoz, el político falleció a las 12.00 local (08.00 GMT) tras sufrir una grave enfermedad, explicó a DPA Soso Tkebuchava.

Nacido el 25 de enero de 1928 en Mamati, cerca de la costa del Mar Negro, Shevardnadze hizo carrera en el Partido Comunista de la Unión Soviética a partir de 1948, en tiempos de su compatriota Josef Stalin. El último Presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, lo llevó a Moscú como ministro de Exteriores en 1985. Junto a él jugó un papel muy importante en el deshielo político a través de la 'glasnost' (apertura) y la 'perestroika' (reformas). En Alemania es recordado también por su papel en la reunificación.

Sin embargo, en Georgia su legado político no fue tan celebrado. Tras la caída de la URSS y el bloque oriental en 1991 dirigió un país dominado por el caos, la pobreza y la guerra civil, y no logró estabilizarlo ni iniciar las reformas necesarias.

Decepcionó a muchos georgianos durante su mandato caracterizado por la corrupción y además no solucionó los conflictos en torno a las separatistas regiones de Abjazia y Osetia del Sur, hoy declaradas independientes aunque no reconocidas internacionalmente. En los once años de su Presidencia sobrevivió a tres atentados.

Además, tuvo que dimitir den 2003 en medio de la Revolución de las Rosas contra su régimen y que llevó al poder a Mijail Saakashvili. El político tendrá un funeral de Estado.

Papa se reúne por primera vez con víctimas de abusos

AP/Alessandra Tarantino

Vaticano. El Pontífice les pidió perdón por la poca reacción de la Iglesia frente a los casos de pedofilia.

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El Papa Francisco se reunió ayer por primera vez con víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos católicos y les pidió perdón 'por estos pecados de omisión y graves crímenes'.

El Pontífice argentino celebró una misa en el Vaticano con seis víctimas procedentes de Alemania, Reino Unido e Irlanda. Luego dialogó ampliamente -unas tres horas en total- con los tres hombres y las tres mujeres.

La Iglesia católica se vio sacudida en los últimos años por acusaciones de abusos ocurridos en varios países durante décadas, sin que las autoridades eclesiásticas hicieran nada para ponerle freno e incluso los ocultaran.

El predecesor de Francisco, Benedicto XVI, se reunió en cinco ocasiones con personas que fueron víctimas de abusos sexuales en iglesias o instalaciones católicas, tanto en EE.UU. como en Alemania.

En su sermón, Francisco pidió perdón por aquellos líderes de la Iglesia que no respondieron de manera apropiada a las informaciones sobre abusos. 'Humildemente pido perdón', dijo el Papa, quien reconoció que los líderes de la Iglesia 'no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso'.

'En el clero no hay lugar para aquellos que cometen abusos', agregó, y subrayó que no tolerará delitos contra menores de edad. Manifestó que siente dolor y pena desde hace algún tiempo por el hecho de que sacerdotes y obispos hayan violado su inocencia y su propia vocación como sacerdotes con el abuso sexual de menores de edad. La Iglesia universal debe proteger a los menores de edad, recalcó.

Jorge Mario Bergoglio, de 77 años, y las víctimas celebraron la misa en una pequeña capilla de la casa de huéspedes del Vaticano, Santa Marta. Luego, el Papa se reunió con ellos para un diálogo personal. Según informó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, estuvo media hora con cada uno.

Francisco había anunciado este encuentro e instruido al Vaticano a organizarlo con total discreción. El Papa comparó el abuso sexual por parte de religiosos con una 'misa negra'.