Emblemático sastre fallece a los 83 años
Valparaíso. Por largos años mantuvo su taller en la subida Almirante Montt.
pablo tomasello
Valparaíso mira hoy las cortinas cerradas de la Sastrería Lidia, que funcionaba en la subida Almirante Montt y que era atendida por uno de los últimos sastres porteños, Ricardo Araya Vásquez, quien dejó de existir a los 83 años.
Su fallecimiento se produjo el pasado 4 de julio, dejando atrás 64 años de trabajo en el en el arte de la confección, que comenzó a ejercer en 1950. De hecho, varios encargos de sus fieles clientes quedaron inconclusos en su taller.
Su partida caló hondo en la Ciudad Puerto y sobre todo en quienes lo conocieron, ya que era un baluarte en vida de aquellos oficios que hoy se están perdiendo en Valparaíso.
El director del Parque Cultural Valparaíso (PCdV), Justo Pastor Mellado, junto con lamentar el deceso de Ricardo Araya, destacó en su blog la labor del sastre: 'Se le solía ver agachado sobre su máquina de coser, frente a la ventana. Siempre saludaba, sonriente, inclinando levemente la cabeza', comentó, agregando que 'Don Ricardo jugaba un rol fundamental en la economía simbólica del barrio'.
Por otra parte, el destacado escritor Cristián Warnken, en su blog de 'El Mercurio' publicado ayer, manifestó: ' Qué desastre para los que nos confiábamos que siempre iba a estar ahí, como si la muerte no pudiera tocar a alguien tan impecable como él. Ya nadie remendará nuestros vacíos, nuestras heridas, la ropa cansada que nos ponemos los lunes, aunque vayamos de bajada, por Almirante Montt hacia el plan de todos los días'.
Ayer se observaban carteles de condolencias en el exterior del local y un par de claveles, reflejando de esta forma el gran cariño que se le tenía al llamado 'tata sastre'.
Cuando Ricardo Araya comenzó su negocio contrató tres secretarias (ayudantes). Entre ellas estaba Blanca Ramírez, que terminó siendo su esposa y con quien tuvo tres hijos: Rigoberto, Ricardo y Hortensia.