Con la entrega de cartas de advertencia a las 208 familias que habitan zonas susceptibles de derrumbes y la instalación de 50 letreros que alertan sobre eventuales desprendimiento de tierra, el Gobierno y la Municipalidad de Valparaíso pusieron en marcha una serie de medidas para erradicar a las familias que residen en dichos sectores.
El plan surge de un estudio realizado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) que estableció cuatro emplazamientos no aptos para instalar viviendas. Se trata de Los Chonos, Tiro al Blanco, una ladera de El Vergel y la quebrada que divide los cerros Las Cañas y El Litre.
El delegado presidencial para la reconstrucción de Valparaíso, Andrés Silva, señaló que se generarán acciones tendientes a 'la educación y la información a las personas, tener una cuadrilla de refuerzo del Cuerpo Militar del Trabajo que refuerce la limpieza de escombros y de mantención de cauces y quebradas… y también generar protocolos especiales ante una eventual evacuación en caso de lluvia fuerte, y eventuales demoliciones que podrían decretarse si es que las obras no cumplen con los permisos señalados. Y lo más importante, establecer un plan de entrega de beneficios de tal manera que puedan acceder a distintas soluciones habitacionales, ya sean transitorias o definitivas, seguras'.
El Gobierno ha previsto inhabilitar zonas construibles una vez que las familias abandonen esos lugares. 'Estamos trabajando en conjunto con la Dirección de Obras (Municipales) para ordenar la demolición, por ejemplo, de los terraplenes o los pilares que van quedando; tomar algunas otras medidas de inhabilitación de los terrenos, pero obviamente también velando por la seguridad de que eso no cause un mayor riesgo en esta zona', explicó Silva.
El representante presidencial agregó que los sectores declarados como zonas de riesgo podrían recibir nuevas viviendas, siempre y cuando existan medidas de seguridad que mitiguen los peligros. 'Aquí en Tiro al Blanco ya hay un estudio en marcha que está desarrollando el Serviu, en conjunto con la municipalidad, (...) para ver qué obras hay que construir para que se puedan emplazar viviendas', informó.
Por su parte el secretario regional ministerial de Vivienda y Urbanismo, Mauricio Candia, precisó las facultades legales que permiten eventuales demoliciones. 'Vamos a señalarle a la Dirección de Obras Municipales (DOM) su participación en cuanto a tomar las medidas pertinentes, de acuerdo a lo que establece la Ley General de Urbanismo y Construcciones, (...) que faculta dos cosas: el desalojo por emergencias, que es el caso que tenemos por el informe de Sernageomin', señaló la autoridad, junto con afirmar que la DOM también 'puede solicitar la demolición, cuando los permisos de construcción no han contemplado las medidas de mitigación del riesgo'.
Viviana Valdebenito habita un sector peligroso de Tiro al Blanco. Ella fue una de las primeras en recibir la carta de advertencia para que abandone su casa. 'Yo tomé la decisión de irme. Postulé a un departamento en Quilpué, me lo entregan en noviembre o diciembre', sostuvo, al tiempo que reconoció que 'ahora me da miedo porque se mueve mucho. Con el último temblor se movió demasiado (su casa). Eso no pasaba antes'.
Por el contrario, Johana Otárola, quien vive más de 20 años en el mismo sector, dijo que 'es fácil decirle a una persona que se cambie de casa, pero tienen que pensar que acá hay familias que son de bajos recursos, porque sino no estarían en una toma'. Añadió que la oferta inmobiliaria a la que podría tener acceso por beneficios estatales, no se acomoda al tamaño de su familia.
Finalmente Eduardo Jaramillo, también residente de una zona peligrosa de Tiro al Blanco, expresó que 'yo tomaría la determinación de irme, porque no voy a estar poniendo en riesgo a mi familia', pero añadió que antes debe encontrar una casa adecuada.