Preocupación por derrumbes viales
Una enorme preocupación existe en Viña del Mar y Valparaíso por la seguidilla de derrumbes que se ha producido en el último tiempo en diversas arterias. El primero de ellos fue el que tuvo lugar a raíz de un aluvión en uno de los últimos temporales de invierno, que afectó a la calle Bellavista, de Reñaca, cayendo al vacío la mitad de una calzada reconstruida hace unos muy pocos meses. Arena, piedras y escombros llegaron en esta ocasión hasta la avenida Barros Borgoño, sepultando parte de los edificios ubicados al borde del mar e interrumpiendo el tránsito en esa importante arteria .
El segundo se produjo en el barrio Jardín del Mar, en la subida Los Sargazos, por similar razón. Allí se vino abajo el pavimento, hubo que cortar el tránsito y quedaron en inquietante situación una serie de viviendas del sector, frente a lo cual se dio la voz de alerta en el sentido de la urgencia de reparar el problema, cosa que se hará, de acuerdo a lo anunciado por la autoridad el viernes pasado, a partir de mañana lunes, con una inversión de 327 millones de pesos y en un lapso no menor a 120 días.
El tercero es el colapso de cerca de 35 metros de pavimento de la vía Los Pinos, en el cerro Las Delicias, de Valparaíso, los que cayeron al desmoronarse la ladera donde una constructora que está levantando dos grandes torres de departamentos estaba construyendo un muro de contención.
Frente a los hechos citados corresponde, entonces, en primer lugar, gestionar todas las acciones tendientes a solucionar las situaciones en esos lugares producidas. Y, en segundo término, adoptar las medidas que la situación amerita, partiendo por revisar los colectores de agua, muchos de ellos con más de tres décadas de construcción y presuntamente afectados por dos terremotos (1985 y 2010) que pueden haberlos afectado muy seriamente.
Se debe considerar también en este sentido que las exigencias para futuras construcciones deberán ser mayores.
Felizmente ninguno de los casos mencionados ha tenido como costo vidas humanas, pero de no tomarse las medidas adecuadas, podríamos arriesgar una grave tragedia.